Fallece a los 83 años el actor austríaco Maximilian Schell
El ganador del Oscar por '¿Vencedores o vencidos?' era también un aplaudido director
El actor austríaco Maximilian Schell, fallecido ayer a los 83 años "de una repentina y grave enfermedad", tal como explicó en un comunicado su representante, Patricia Baumbauer, era uno de los actores no anglófono que más éxito tuvo en la época dorada de Hollywood, donde su papel de abogado defensor en ¿Vencedores o vencidos? fue recompensado con el Oscar en 1961. "Ha muerto una estrella mundial, un cosmopolita, un intelectual y un filántropo", lo homenajeó el Festival de Salzburgo, donde actuó varias veces como actor teatral.
Nacido en 1930 en Viena, emigró a Suiza junto con su familia en 1938, tras la anexión de Austria por la Alemania nazi. Creció en una familia de tradición intelectual -era hijo del poeta y escritor suizo Hermann Ferdinand Schell y la actriz austriaca Margaret Noe Von Nordberg- y descubrió a una edad muy temprana su vocación por el teatro.
En ¿Vencedores o vencidos?, de Stanley Kramer, recreación de los Juicios de Núremberg en la que encarnó al abogado defensor Hans Rolfe, compartió protagonismo con actores como Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Marlene Dietrich y Judy Garland. Antes de ese filme había alcanzado fama internacional con El baile de los malditos, de 1957, en la que aparecía junto a otros gigantes de la actuación como Marlon Brando y Montgomery Clift. Ambas películas estaban vinculadas con el nazismo y la Segunda Guerra Mundial, algo que se repetiría en su filmografía, a pesar de que era conocida la profunda repulsa que le causaba el nazismo.
Schell también logró otras dos nominaciones al Oscar, una como mejor actor protagonista por El hombre de la cabina de cristal, en 1976, y otra al mejor actor de reparto por Julia, en 1978.
Como interprete participó en más de 90 películas, como Topkapi (1964), La cruz de hierro (1977), de Sam Peckinpah, o La epopeya de Bolívar (1969), y también fue productor y director de cine. Como realizador la academia estadounidense también reconoció su talento con la nominación como mejor película extranjera de El primer amor (1970) y El peatón (1973), así como del documental que rodó sobre la actriz Marlene Dietrich en 1984, titulado Marlene. El talento de Schell no se reducía al cine y tuvo también gran éxito como pianista, una faceta que fue elogiada por grandes directores como Claudio Abbado y Leonard Bernstein; además probó suerte en 1997 en la literatura con la novela Der Rebell (El rebelde).
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