El flamenco, la religión y la música antigua confluyen en Liturgia, un espectáculo ideado por el bailaor y coreógrafo madrileño José Maya en el que el espectador vive una inmersión mística en lo que es un recorrido por los cantes "antiguos y milenarios" de las culturas que han pasado por Andalucía.

Una "experiencia" llena de referencias religiosas no solo cristianas, también judías, armenias e incluso árabes que se acrecientan con la magnificencia de los templos donde se representa toda un ceremonial donde la música milenaria es la principal protagonista.

El Shemá de Israel, el canto gregoriano y las Cántigas a Santa María de Alfonso X el Sabio se mezclan con seguiriyas, soleares y saetas que, junto al baile flamenco, conforman un ambiente lleno de "respeto" y "verdad".

El repertorio está completado por fandangos, la saeta de Machado, canto mozárabe, bulerías al golpe y jotas-romance entre otras músicas que las civilizaciones dejaron como legado tras su paso por Andalucía.

Esta "liturgia flamenca" hace el papel de "herencia" del conjunto de las diferentes maneras de concebir los ritos religiosos en Andalucía, España y el Mediterráneo a lo largo de los siglos, y es el resultado de la "asimilación y continuación" de cada una de las influencias de los distintos pueblos que eligieron a Andalucía para asentarse.

El ideólogo de la obra, José Maya, en declaraciones a EFE, ha reconocido que "se alcanzan niveles de sensaciones muy grandes" en un espectáculo que no conciben realizar en otro lugar que no sea una iglesia, a pesar de los ofrecimientos que, ha reconocido, han recibido para representarlo en diferentes teatros por toda la geografía española.

Y es que en los lugares de culto "todo cambia" y lo que se hace "adquiere una dimensión muy importante" para el público a el que, ha confesado, va a sorprenderle el "silencio" que se mezcla con el baile y el cante.

Fray Javier Rodríguez, párroco de la iglesia de San Jacinto de Sevilla, lugar donde se presentó al público por primera vez esta representación, ha dicho a EFE que le "entusiasmó" la idea cuando se la plantearon y que le pareció "sorprendente" una puesta en escena que ha calificado de "impresionante" y "exquisita".

El espectáculo, de algo más de una hora de duración, también ha evolucionado, dando a luz dos partes diferenciadas: La Palabra y El Pan y El vino son independientes entre sí pero se encuentran enmarcadas en un mismo proyecto que se unirá en una película de dos horas de duración este 2023.

"Queremos proponer una forma distinta de acercarse al flamenco y deslocalizarlo de los escenarios habituales para relocalizarlo en los lugares de donde ha bebido este arte", ha dicho José Maya sobre un proyecto que, antes de trasladarlo a las iglesias, ha necesitado de dos años de investigación previa y observación de los cantes antiguos para crear una particular "liturgia andaluza".

Tan solo un semicírculo formado por un centenar de velas alumbra una representación fuertemente marcada por la inmensidad de importantes templos donde ya se ha representado, como la iglesia de Saint-Jean de Montmartre, en París, la del Pepetuo Socorro de Madrid, o la de Santiago en Jerez, hacia donde viaja este espectáculo el próximo 24 de marzo y que servirá de pistoletazo de salida al Festival de Flamenco de Jerez.

Rafael Jiménez Falo, maestro erudito de los cantes antiguos, Sandra Carrasco, José Luis López al chelo y Diego Amador junior al cante y la percusión completan un elenco de artistas que cantarán a las músicas de la historia a través del flamenco.