En los museos de arte contemporáneo la temática gay o sobre identidad de género es ya una constante, pero no así en una pinacoteca como el Prado, quien ha abierto, por primera vez en su historia, una exposición dedicada a las obras y artistas que trataron el amor homosexual o fueron perseguidos por ello. La mirada del otro. Escenarios para la diferencia es el título de la exposición que puede verse hasta el 10 de septiembre y que ayer presentó el director del Prado, Miguel Falomir. "Quiero destacar la palabra museo público porque es para todos y tiene la obligación de dar cabida a todas las sensibilidades y ser incluyente y no excluyente", reiteró sobre una propuesta con la que el Prado se suma a la celebración del WorldPride 2017 y que reúne 30 obras, entre pinturas, esculturas y dibujos. Algunas de ellas son icónicas, como el grupo escultórico Orestes y Pílades, de la Escuela de Pasiteles o David con la cabeza de Goliat, de Caravaggio, y algunas menos conocidas, pero excepcionales, como el retrato de un León, El Cid, de Rosa Bonheur, la única mujer que está representada en esta exposición y quien se tuvo que identificar como hombre para poder pintar, y El Maricón de la Tía Gila, de Goya.

Una exposición que está planteada a través de varios recorridos propuestos, independientes pero complementarios entre sí, según señaló Carlos G. Navarro, especialista de pintura del siglo XIX en el Prado y uno de los comisarios. El primero de los recorridos se denomina Amistades inmortales y trata la cultura homosocial en el mundo de la antigüedad clásica, y muestra esculturas de Antinoo, Adriano o de la Escuela de Pasiteles. Perseguir los deseos es el segundo sector, y aborda la persecución de artistas que incluso fueron acusados públicamente o condenados por amar a personas del mismo sexo. Entre ellos, Boticceli y Leonardo, pero también Caravaggio.

El tercer recorrido se centra en el tema Engañosas apariencias, que muestra la desobediencia a los roles de género, el travestismo o la inversión de papeles con ejemplos como la Magdalena de Ribera (la mujer barbuda) o Aquiles descubierto por Ulises y Diómedes de Rubens, entre otros. Amar como los dioses es el último recorrido y agrupa obras con personajes del mismo sexo a través de narraciones mitológicas que estuvieron siempre reservadas a la mirada del poder, con obras de Rubens y algún anónimo.