Cía. Rafael Campallo. Baile: Rafael Campallo, Adela Campallo, El Choro, María Moreno, Marina, David Pérez. Cante: Juan José Amador, Javier Rivera, Jerónimo Segura. Guitarra: Eugenio Iglesias, Juan Campallo. Dirección: Rafael Campallo. Lugar: Teatro Central. Fecha: Martes, 23 de febrero. Aforo: Lleno.

Disfruté mucho de un espectáculo en el que Campallo hace lo que sabe, lo que domina a la perfección, y de lo que es uno de los más reputados representantes actuales: el baile vertical, austero, viril. El baile flamenco masculino de tradición. Y lo hizo sin imposturas ni pretextos. Hizo un "montaje" a la antigua usanza, la de los clásicos, con sus tientos-tangos y su seguiriya como protagonista y Adela Campallo como artista invitada. Las pinceladas del cuerpo de baile sirvieron de gozosas transiciones. Se gustó nuestro protagonista en los tangos, que fue la referencia trianera más directa de la noche, junto a la soleá. Preciso y seguro, espectacular en la contención y en los remates, firmó contratiempos de gran sabor clásico con sus pies. En la seguiriya ofreció una lección de lo que el flamenco tradicional es capaz de decir sin otro recurso argumental que la emoción y el silencio.

Adela Campallo, barroca, desbordante y muy consistente en la soleá. Como siempre me ocurre con ella, eché de menos que no supiera cortar a tiempo para no resultar redundante. Creo que le beneficiaria olvidarse un poco del público.

Iglesias y Juan Campallo firmaron una partitura muy tensa y con detalles de gran lirismo, como el final de la soleá.

En fin, que se inicia una nueva temporada del ciclo Flamenco Viene del Sur, que cada año nos llega más desmejorado, en este caso con nueve recitales bastante redundantes, ya que todos los artistas seleccionados han pasado ya antes por estas tablas, algunos en varias ocasiones y, en algún caso, incluso con el mismo espectáculo que se ha programado para este año. Claro que el éxito de este ciclo, contra lo que suele ser habitual, reside en que no se cuida a un público habitual, proporcionándole nuevas sensaciones artísticas, sino al revés: es el público el que cambia de año en año repitiéndose los artistas cada pocas temporadas.