Teatro Central: un escaparate en el que encontrarse con lo humano
Carmen Machi, Paco León, Federico Luppi y Blanca Portillo forman parte de la nueva oferta de un teatro que propone "un espejo de lo que nos acontece"
La particular revisión de Shakespeare que firma Juan Cavestany en Los Mácbez, con Javier Gutiérrez y Carmen Machi a las órdenes de Andrés Lima; la alianza entre Sergio Peris-Mencheta y Roberto Álamo al servicio de un texto, Lluvia constante, de Keith Uff, que llevaron anteriormente a escena Daniel Craig y Hugh Jackman; la transformación de Blanca Portillo en la madre de Jesús de Nazaret con El testamento de María, dirigida por Agustí Villaronga; y El búfalo americano de David Mamet interpretada por Paco León bajo la sabia supervisión de Alfredo Sanzol. Éstos son algunos de los reclamos que presenta la nueva temporada del Teatro Central, una programación que abrirán el 17 y el 18 de octubre Los Niños Mutantes, con la puesta de largo de su disco El futuro, y el asturiano Nacho Vegas.
El consejero de Cultura, Luciano Alonso, presentó ayer una oferta que viene a reforzar el prestigio de un teatro que es "un referente que se mantiene y se supera cada año", con un público fiel -registró 32.000 espectadores en la edición 2013-2014, un 77% de asistencia de media- y una proyección nacional e internacional cada vez mayor. El Premio Max, conseguido hace unos meses, reconoce la relevancia, señala el consejero, de un espacio escénico que se compara "con los grandes teatros europeos, como son el madrileño Teatro de la Abadía, el Théâtre de la Ville de París, el Mercat de les Flors de Barcelona o el Kaaitheater de Bruselas".
Para Manuel Llanes, director artístico del Central, la nueva temporada reflejará el periodo "inquieto y convulso" de la actualidad. "Los creadores, autores, directores e intérpretes se convierten en un espejo de lo que nos acontece" y "nos ayudan a comprender la lógica de cada día", asegura. Entre las obras que recuperan "el compromiso político de gran calado" estarían, destaca Llanes, la que será la próxima producción del Centro Andaluz de Teatro, La evitable ascensión de Arturo Ui, relectura de José Manuel Mora del universo de Bertolt Brecht; Invernadero, una pieza del Nobel Harold Pinter que no se había estrenado en España y que recupera Mario Gas; y Ruz-Bárcenas, uno de los montajes más celebrados de la cartelera actual que promete un careo entre Pedro Casablanc y Manolo Solo.
Otros espectáculos plantean una mirada al horror que esconde un pasado reciente, como The blue boy, teatro-danza a cargo de la compañía The Brokentalkers que denuncia episodios de maltrato infantil en los reformatorios irlandeses; El reportaje, de Santiago Varela, donde Federico Luppi encarna a un general de la dictadura militar argentina; o El triángulo azul, una colaboración entre el Centro Dramático Nacional y Micomicón en la que Laia Ripoll y Mariano Llorente reconstruyen la peripecia de los españoles internados en el campo de concentración de Mauthausen.
Además, el Central seguirá siendo este año el escaparate privilegiado de la mejor danza. Entre los atractivos de este curso sobresale el regreso de coreógrafos de la talla de Garry Stewart (Multiverse), Alain Platel y Les Ballets C de la B (Coup fatal, un espectáculo de ritmos congoleños), Wayne McGregor (Átomos) y especialmente de Anne Teresa De Keersmaeker, que traerá la propuesta que dio nombre a su compañía, Rosas danst Rosas.
Los creadores andaluces estarán presentes en el diálogo que entablan dos virtuosos, el sevillano Israel Galván y el inglés de raíces bengalíes Akram Khan en Torobaka; en el estreno de Good news, en el que María Cabeza de Vaca también se acompaña de alguien, la bailarina Emmanuelle Santos, y de El olimpo no es aquí, la nueva aventura de Fernando Lima; o en el viaje que hace Rubén Olmo al imaginario de un escritor fundamental en La tentación de Poe. La fecundidad de los bailarines andaluces se pondrá de manifiesto con muchas otras propuestas: el rescate de Malgama, de Varuma y Choni; el nuevo trabajo de Juan Luis Matilla, Boh!; las Imágenes con las que el Ballet Flamenco de Andalucía celebra sus 20 años; o Et discursum forma corporis technology, con la que Producciones Imperdibles sigue ahondando en las posibilidades de mezclar la danza con la tecnología. Además, un andaluz y un vasco, Antonio Ruz y Juan Kruz estrenan en el marco del Mes de Danza Vaivén; y Guillermo Weickert brinda una nueva versión del Lirio entre espinas que realizó para el último Festival de Itálica.
La oferta del Central, que incluye 18 espectáculos de teatro, 14 de danza y 7 multidisciplinares, supondrá el retorno al recinto de la Cartuja de grandes nombres como Daniel Veronese, que adapta Sonata de otoño, de Bergman; los inclasificables Peeping Tom, que vuelven, tras mostrar su asombrosa trilogía en una sola noche, con Vader/Padre; ycompañías emblemáticas de Andalucía como Laví e Bel, que estrenará el cabaret El escenario ambulante; y La Zaranda, que sigue con su personalidad insobornable con El grito en el cielo.
No hay comentarios