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Teherán, una ciudad llena de lágrimas a través de los ojos de Hana Makhmalbaf

La directora de 'Buda explotó por vergüenza' presenta fuera de concurso un duro documental sobre los últimos comicios iraniés y la reacción de los seguidores de Musaví tras la polémica reelección de Ahmadineyad

Teherán, una ciudad llena de lágrimas a través de los ojos de Hana Makhmalbaf
Alicia García De Francisco (Efe) / Venecia

11 de septiembre 2009 - 18:23

Teherán es una ciudad llena de lágrimas, de policías y de contaminación, de desilusión, pero también de esperanza por un cambio que no llega. Ésa es la visión que da Green days, de la directora iraní Hana Makhmalbaf, presentada hoy en Venecia fuera de concurso.

Un filme que mezcla el documental con una cierta ficción aunque siempre dentro de un tono realista con el que la directora, de tan sólo 21 años, muestra al mundo la situación de Irán y sus ansias de cambio ante las elecciones presidenciales del pasado mes de junio.

Una población esperanzada por lo que parecía iba a ser una victoria del reformista Mir Husein Musaví y que finalizó con la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad en un proceso marcado por acusaciones de fraude.

Makhmalbaf muestra en Green days (verde es el color del partido de Musaví) cómo los iraníes quieren la victoria de Musaví no tanto por él mismo sino por la salida de Ahmadineyad del poder.

Pero frente a las esperanzas de la población, que confía en el desarrollo de unas elecciones justas, Ava, la conductora de la historia, expresa a cada momento su convencimiento de que las cosas seguirán igual, de que no habrá cambios sea quien sea el que asuma el poder en Irán.

En el documental abundan las imágenes de las calles de Teherán tomadas por los manifestantes pro Musaví en los días previos a las elecciones, y de las protestas y las cargas policiales posteriores al anuncio del resultado favorable a Ahmadineyad.

Y como hilo conductor, Ava, que trata de recoger las opiniones de la gente de la calle al tiempo que ensaya una obra de teatro en la que sus personajes -todos mujeres- no pueden decir nada a causa de la censura.

Una película "sociológica" en la que "la cámara trabaja como un espejo para mostrar la sociedad iraní mientras se sucede una revolución, con todas sus esperanzas y dudas", en palabras de la joven cineasta.

"Los personajes se expresan por sí mismos", afirmó Hana Makhmalbaf en la rueda de prensa de presentación de la película, en la que no quiso hablar de sus dificultades personales y como cineasta en Irán porque quiere ser, dijo, "la voz del pueblo iraní".

Por eso, en este filme le ha dado la voz a la gente del pueblo. "A las personas que durante tantos años no han podido abrir la boca y que han conseguido expresarse en esta película".

Una historia que comenzó a rodar unos meses antes de las elecciones y que finalizó apenas unos días después.

"Los últimos cuatro años en Irán han sido de vida subterránea en todos los sentidos, incluida la música, el teatro, el cine. La censura no ha permitido trabajar libremente".

De ahí que para rodar Green days fuera la propia Hana la que portara la vídeo-cámara, pequeña, para tratar de pasar inadvertida. Y aún así, en varias ocasiones fue detenida con su equipo y perdieron todo el material que habían grabado en ese momento.

Lo que no se esperaban los iraníes, según explicó Makhmalbaf, es que tras las elecciones en las que la mayoría votó, a su juicio, por Musaví, se fuera a producir un "golpe de estado" y que esto llevara a detenciones, torturas y violaciones.

"No queremos el apoyo de occidente, lo que queremos es que no apoyen a Ahmadineyad", dijo la realizadora, que agregó que su esperanza es que el destino de Irán sea el del éxito para un "pueblo que combate la libertad".

Green days es una muestra más del talento de Hana Makhmalbaf, que pertenece a la saga más importante de cineastas iraníes y que con sólo 8 años presentó su primer cortometraje en el Festival de cine de Locarno (Suiza).

Esta es su tercera película. Con su ópera prima, Joy of madness, se dio a conocer en Venecia, donde consiguió una mención especial en 2003, y con Buddah collapsed out of shame (Buda explotó por vergüenza) el Premio Especial del Jurado del Festival de San Sebastián en 2007.

Y si con apenas 21 años ha conseguido hacer todo esto, la pregunta es ¿qué no hará con más conocimientos y experiencia?

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