La directora general de Bienes Culturales de la Junta, Guadalupe Ruiz, y el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, visitaron ayer las obras de restauración que han comenzado en el altar mayor del siglo XVI de la iglesia de Santa Ana. A la cita también acudieron el gerente de la Fundación Cajasol, Fernando Vega, el restaurador del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), Lorenzo Pérez del Campo, el párroco Manuel de Azcárate y el delegado del distrito de Triana, Alberto Moriño.

Con la lona ilustrada con la imagen del retablo de fondo, Guadalupe Ruiz no paró de dar la enhorabuena a los presentes por hacer posible que "una joya como este retablo vaya a recuperar el esplendor". Además, justificó la visita oficial añadiendo que "la mejor manera de felicitar a Santa Ana en la Velá es venir a ver su retablo".

La restauración afectará no sólo a las pinturas de Pedro de Campaña, sino también al conjunto escultórico de Santa Ana, que ha descendido de su hornacina con motivo de las fiestas del barrio. Las tallas del siglo XIII, que representan a Santa Ana, la Virgen y el Niño, y que se incorporaron al altar mayor tres siglos más tarde, fueron restauradas por última vez en los años 70 por el imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte. Otras figuras, como los ángeles que rodeaban la hornacina central, también serán reparados, ya que algunos de ellos estaban "clavados con puntillas al retablo", explicó el párroco.

El técnico del IAPH, Lorenzo Pérez del Campo, ha considerado "ineludible" la restauración del conjunto artístico, con el fin de "recuperar el rico cromatismo y eliminar las intervenciones de los siglos XVIII y XIX que oscurecen y empobrecen las pinturas de Pedro de Campaña".

En cuanto a la financiación, la directora de Bienes Culturales resaltó la labor conjunta que han desarrollado los organismos públicos y las empresas privadas. "Cuando las instituciones nos ponemos de acuerdo, podemos llegar más lejos", afirma Ruiz de un proyecto en el que han intervenido no sólo la Consejería (que aporta el 50% del capital), el Ayuntamiento y el Arzobispado, sino también Cajasol (con 100.000 euros de inversión) y la Real Maestranza de Caballería. Otros benefactores son el gremio de pescadores de Mercasevilla, las hermandades con sede en la parroquia y los propios trianeros.

Sobre estas donaciones, el párroco de Santa Ana Manuel de Azcárate, que ha sido el propulsor de las actuaciones sobre el retablo, declaró que "provienen de grupos que hasta este momento no habían mostrado sensibilidad hacia su patrimonio". Esto hace comprender el alto valor sentimental que posee la pieza del siglo XVI para el barrio.

La visita al monumento terminó con la bajada a la cripta y la explicación del párroco sobre la restauración de los bancos del coro y los órganos gemelos, trabajo que están realizando en la Escuela Taller de Santa Ana. Guadalupe Ruiz prometió, asimismo, iniciar las gestiones para reemplazar el suelo de mármol de todo el templo, que se encuentra muy dañado en algunas zonas.