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Cultura

Virtuosismo y armonía

XIV Noches en los Jardines del Alcázar. Vicente Parrilla, flautas dulces barrocas; Miguel Rincón, tiorba. Programa: Obras de Hotteterre, Corelli, Bach y Vitali. Lugar: Jardines del Real Alcázar. Fecha: Viernes 16 de agosto. Aforo: Casi lleno.

En los últimos años, Vicente Parrilla se ha distinguido muy especialmente por presentar junto a su grupo More Hispano programas centrados en el desarrollo de procedimientos de glosa e improvisación sobre conocidos esquemas armónico-rítmicos de los siglos XVI y XVII. En este concierto del Alcázar, con el conjunto reducido al mínimo (solo el acompañamiento de Miguel Rincón con la tiorba), el extraordinario flautista de Estepa dio un salto hasta un par de obras de dos de los más influyentes compositores de la historia, al ofrecer sendos arreglos para su instrumento de la Sonata para violín Op.5 nº1 de Corelli y la Sonata para flauta travesera BWV 1034 de Bach. A su lado, una suite de un gran maestro de los instrumentos de viento, el francés Hotteterre, y una Chacona bastante difundida, aunque no se encuentre entre las más canónicas de su género, la de Antonio Vitali.

Desde un Preludio (el de Hotteterre) estirado, flexible, absolutamente trascendido, casi fuera de su tiempo, a una Chacona de intrincado recorrido armónico, dos aspectos destacaron de la interpretación de estos dos grandes de la música antigua sevillana: primero, el virtuosismo, rondando por momentos lo inverosímil, de Parrilla, que fue especialmente brillante en la Sonata de Corelli, con escalas de semicorcheas a una velocidad endemoniada y florida y fantasiosa ornamentación, incluida una cadencia por completo alucinada, fiel reflejo de su trabajo de estos años pasados; segundo, el magnífico entendimiento entre los dos solistas, que resultó especialmente destacable en la obra de Bach, donde las exigencias de la armonía pidieron más presencia de la tiorba, lo que propició entre los dos un diálogo de sutilísimos matices, que en el Andante llegó a hacerse incluso conmovedor.

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