Así es Berghain, el templo del tecno que ha inspirado la nueva canción de Rosalía: "Un espacio libre para los hedonistas a los que les gusta dejarse llevar"
La popular discoteca destaca por su enigmático código de entrada y la prohibición estricta de fotografiar o filmar lo que ocurre en el interior
Después de paralizar el centro de Madrid el pasado 20 de octubre, Rosalía ha estrenado esta semana Berghain, el primer adelante de su cuarto álbum de estudio, Lux. En esta nueva canción, la catalana sorprende con un canto lírico en alemán que mezcla con estrofas en español e inglés. En el tema colabora la Orquesta Sinfónica de Londres, la cantante islandesa Björk, así como el estadounidense Yves Tumor, un productor de música electrónica experimental. El título de la canción alude precisamente a una de las discotecas preferidas de Berlín por los amantes de este tipo de música, pero ¿qué encaje tiene Berghain en la nueva era musical de Rosalía?
Berghain es considerado un auténtico templo de la música electrónica en Berlín. Como si de un lugar de sagrado peregrinaje se tratase, cada fin de semana colas infinitas de personas se agolpan deseosas de entrar en esta antigua central eléctrica de la Alemania Oriental. Al llegar a la entrada, los porteros emitirán su veredicto: ellos te abrirán o te cerrarán las puertas, como San Pedro que ostenta las llaves del cielo. La mística asociada a este lugar ha sido la clave para que Rosalía elija su nombre para titular el primer sencillo de un disco cargado de estética y narrativa religiosa.
Dos ambientes musicales y un ambiente inclusivo, pero selecto
Berghain, fundada en 2004, se considera la heredera del club Ostgut, antiguo epicentro de la subcultura tecno de Berlín. El edificio industrial destaca por sus enormes dimensiones y capacidad para 1.500 asistentes. Está terminante prohibido tomar fotografías o vídeos en su interior, donde tampoco existen espejos ni superficies reflectantes.
El diseño minimalista de la planta baja está dominado por el hormigón, donde los djs residentes pinchan el tecno más purista a todo volumen. Una escalera de acero lleva a la sala conocida como Panorama Bar, una pista de baile con 18 metros de altura, donde predomina la música house.
En ambas plantas hay varios cuartos oscuros, donde se mezclan personas e todas las preferencias sexuales. Un lugar para lo hedonista y lo pecaminoso al que Rosalía alude a través de la manzana de Blancanieves en su videoclip. "Un espacio libre para los hedonistas a los que les gusta dejarse llevar", reza una reseña en la web Clubguide Berlin.
La política de entrada continúa siendo un enigma. No obstante, existen cógidos no escritos como, por ejemplo, que no se admiten a personas ebrias o arrogantes o que se deben mantener unos mínimos de apariencia.
"Quieren entrar para sentir la intoxicación moral y física"
Las fiestas en Berghain son maratonianas, van desde el viernes por la noche al lunes por la tarde. "Es más fácil pasar el control de cara el sábado por la noche", reseña una usuaria, cuyo consejo es acudir ese día para obtener el sello y volver el domingo, cuando los controles son más estrictos.
¿Y qué hay de su precio? Se trata de una discoteca relativamente barata dada su popularidad y reputación "La entrada cuesta un mínimo de 18 euros", apunta otra clienta. Otros sentencian que Berghain goza de "el mejor sistema de sonido", que de la mano de los mejores djs de renombre mundial, animan al público a bailar durante todo le fin de semana.
En definitiva, Berghain es toda una experiencia en sí misma: "Tiene sobre todo este lado misterioso, que es fascinante y embriagador al mismo tiempo. Como la gente no sabe lo que realmente pasa allí, cómo pasan las tardes, sólo tienen un deseo: quieren entrar para poder saborear y sentir la intoxicación moral y física".
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