Las cartas del tío Sabas

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Gamboa firma el apasionado relato de la vida y la obra de Sabicas, uno de los guitarristas más influyentes del flamenco, que vivió desde 1955 hasta su muerte en Nueva York.

El tocaor con Manuel Ávila, en Granada, 1972.
El tocaor con Manuel Ávila, en Granada, 1972.
Juan Vergillos

08 de septiembre 2013 - 05:00

La correspondencia de Sabicas. Nuestro tío en América. Toque por toque. José Manuel Gamboa. El Flamenco Vive, Madrid, 408 pp. Libro y CD

Fue el primero en muchas cosas, aun sin pretenderlo. Sabicas siempre abominó de los discos que hizo con músicos de rock a finales de los 60 y en los primeros 70, pero lo cierto es que estas grabaciones son el precedente inmediato de la música de Smash, grupo tenido hasta no hace mucho como el origen del llamado flamenco-fusión. Especialmente el disco que grabó con Joe Beck es una obra más que digna, pese a la opinión que el guitarrista pamplonica tenía del mismo. Algo parecido podemos decir respecto al flamenco sinfónico. La obra de Moreno Torroba Concierto flamenco para guitarra flamenca y orquesta, grabada en 1961, es un concierto que compuso el maestro Torroba sobre cuatro toques del disco Flamenco puro de Sabicas.

Aunque el tocaor de Pamplona no llegó a interpretar la obra junto a una orquesta sinfónica, sí que lo hizo así el guitarrista clásico Pepe Romero en la segunda Bienal de Flamenco de Málaga, dirigida por José Luis Ortiz Nuevo, en 2007. Algo parecido ocurrió con el Gipsy concert de Cofiner que, sobre unos toques solistas de Sabicas, compuso esta obra sinfónica en 1976, estrenada por Rafael Riqueni en 1993. También fue pionero Sabicas de la música flamenca programática de forma que encontramos en el disco The day of the bullfight (1958), para orquesta, grupo flamenco y guitarra, un precedente de la Tauromagia de Manolo Sanlúcar.

Y no fue exactamente el primero en grabar en formato de dúo de guitarra, aunque sí el primero en hacerlo como dúo real, es decir, no como primera y segunda guitarra, sino como dos guitarras solistas, en igualdad de condiciones y brillo. Me refiero a los discos que grabó junto a Mario Escudero en los años 50. Ya había grabado a dúo con el Niño Ricardo en México en 1949, aunque se trataba de grabaciones no comerciales, que vieron la luz, no obstante, en 1995. Y todo lo dicho, sin embargo, es casi anecdótico si lo comparamos con el grueso de la obra de este guitarrista.

Sabicas ya había hecho sus pinitos solistas en España, y era uno de los principales tocaores de acompañamiento, antes de partir para Argentina en 1936. Ya había grabado discos con La Niña de la Puebla, Juan Valderrama, Angelillo y Estrellita Castro. Por supuesto que no fue el primer tocaor solista, aunque sí el primero que vivió casi exclusivamente del toque solista. Su estancia neoyorquina de cuarenta y tantos años, su contacto con el mundo del espectáculo de Estados Unidos, propiciaron todas estas actividades flamencas, y muchas más. Como, por ejemplo, el grabar 43 discos de larga duración como solista, al margen de los que había hecho en España. 427 toques de Sabicas recoge el presente libro. Entre ellos Flamenco puro (1959), uno de los discos más influyentes de la historia del flamenco, y el primero de nuestro tocaor que alcanzó difusión y reconocimiento en España.

Son varias las fechas que nos ofrece la bibliografía flamenca respecto al año de nacimiento de Sabicas. La más cercana en el tiempo es 1919, siendo la más remota 1907. Sin embargo, la mayoría de las historias de la guitarra flamenca coinciden en señalar el año de 1912 como el del nacimiento, en Pamplona, de uno de los más importantes tocaores de la historia del flamenco. Sabicas marca una época de la guitarra, la que llena el espacio que va entre dos revoluciones tocaoras, la de Montoya y la de Paco de Lucía. Si el tocaor de Algeciras tiene en el Niño Ricardo a su ídolo jondo, asegura Paco de Lucía que fue de los discos de Sabicas de donde tomó el impulso rítmico que marca su revolución. Antes de la guerra Sabicas ya era una estrella. Acompañó el cante de algunas figuras flamencas de la época: fue el corresponsable, por ejemplo, de los primeros discos de Juan Valderrama. Todo ello se truncó en 1936, con la guerra. Tras registrar varios discos y películas con la compañía de Carmen Amaya, se establece en México, instalándose definitivamente en 1955 en Nueva York, desde donde lleva a cabo una intensa actividad como guitarra solista y a dúo con Mario Escudero. De esta intensa actividad no se tiene noticia en España hasta 1960, cuando se difunden sus discos grabados en Estados Unidos. A partir de 1967 regresa a España en diversas ocasiones a ofrecer conciertos, recoger galardones o registrar discos. Su última grabación es Morente- Sabicas (1990), con un octogenario guitarrista que murió antes de que el disco viera la luz. Este libro es un generoso repaso a toda esta peripecia discográfica y personal, en el que se analizan minuciosamente cada uno de los 427 toques que grabó Sabicas desde 1941 en que hizo, según Gamboa, las primeras grabaciones en Nueva York. Por cierto que en su tercera grabación neoyorquina, junto a Carmen Amaya, fue, según declaraciones del tocaor a Gamboa, recogidas en este libro, la primera vez que se le hizo un contrato profesional a dos palmeros, "¡yo nunca había sentido la palabra de palmero!", por lo que podemos decir que Sabicas fue, también, el primero en profesionalizar este oficio de la percusión corporal jonda.

Un análisis musical, histórico y autobiográfico, ya que el libro recoge abundantes declaraciones del tocaor pamplonica, conforma la parte más extensa de esta obra. Un libro escrito desde la pasión de quien también fue guitarrista flamenco profesional. También desde la amistad. Desde el respeto y veneración por el artista y el ser humano. Y también desde el rigor, porque ya sabemos que "el conocimiento la pasión no quita" y así, la obra, pone las cosas en su sitio, tanto temporal, como espacialmente, y en lo relativo a las personas protagonistas de esta historia que a veces se asoman a este libro con voz propia: por supuesto que el propio Sabicas, Diego Castellón, la Niña de la Puebla, Domingo Alvarado, Joe Beck, Enrique Morente, Juan Verdú, Mario Escudero, padre e hijo, Gerardo Núñez, Paco Manzano y un larguísimo etcétera. Y si hasta ahora sabíamos y disfrutábamos del genio flamenco de Sabicas, con esta obra vamos a escuchar los toques sabiqueros con otra perspectiva: sabiendo la circunstancia de su nacimiento y evolución.

El libro, publicado por El Flamenco Vive de Alberto Martínez, se acompaña de un disco con todos los toques solistas registrados por Sabicas antes de su huida de España en 1936, en su mayor parte inéditos. Cuatro de ellos se presentan con la curiosa circunstancia de estar grabados junto al violín de Rafael de La Unión. El CD incluye también el Concierto flamenco para guitarra flamenca y orquesta de Sabicas-Moreno Torroba, una obra muy poco difundida en España, así como un corte con la voz del propio tocaor. Una voz viva, con acento navarrico, extraída del programa radiofónico Madrid Flamenco que dirigen Juan Verdú y el propio autor y en el que Sabicas evoca el flamenco de los años 30 y da consejos a las nuevas generaciones de tocaores.

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