"En las coplas, los sentimientos siempre se encuentran al límite"

Miguel Poveda ha escogido para su nuevo álbum un repertorio "poco conocido" de coplas, un puñado de composiciones que el cantaor de Badalona vincula a su memoria sentimental, a los sonidos de una casa familiar en la que, evoca, Rafael Farina "era Dios" y los tocadiscos frecuentaban las letras de desamor del género. El intérprete visita hoy y mañana el Teatro Lope de Vega para ofrecer un concierto en el que presentará al público los temas de Coplas del querer (Universal), el octavo lanzamiento discográfico de su trayectoria. Una prueba de la admiración que este Premio Nacional de Música despierta en el público es que su propuesta colgó el cartel de no hay billetes hace ya meses.

Entre las canciones que Poveda rescatará esta noche en su acercamiento al género predominan las piezas a las que puso voz Farina, como el pasodoble de Antonio Gallardo y Sánchez Ortega La senda del viento, o la zambra de Quintero, León y Quiroga Vente tú conmigo, aunque el conjunto también reservará espacio para otras melodías más populares como Ojos verdes, "una copla que hemos escuchado todos, y que si alguien no ha oído es porque ha estado encerrado en un psiquiátrico", bromea el artista, o A ciegas, extracto de la banda sonora de la última película de Pedro Almodóvar, Los abrazos rotos.

Un material que "devuelve a la infancia" a este catalán afincado en Sevilla y con el que se enfrenta, admite, a una prueba difícil en la que se valdrá, de nuevo, de esa capacidad demostrada para indagar en los abismos del alma humana. "Son temas tremendos que tratan el amor y el desamor de una forma más visceral. En las coplas, los sentimientos siempre se encuentran al límite, tanto en la pena como en la alegría. Y no hay que olvidar que son historias que tienes que contar en unos cuatro minutos", mantiene el cantaor.

En la manera de abordar estas coplas, Poveda asegura haber aprendido de Martirio, con quien cantó un Romance de valentía en un espectáculo en el Teatro Español. "Siempre he dicho que ella es como Enrique Morente, alguien que ha sabido reinventarse a sí misma. Gracias a ella, mucha gente se ha interesado por la copla", defiende.

Después de interpretar a maestros de la poesía como Rafael Alberti o Muñoz Rojas, Poveda reivindica ahora, en este disco, a los creadores que dieron emoción a las letras de las coplas. "Siempre se rinde un homenaje a los intérpretes y no a los autores, a los que se deja en la sombra", lamenta el cantaor, que destaca de la lista al sevillano Rafael de León.

Aunque la colaboración que hizo en el espectáculo Tórtola Valencia junto a Isabel Bayón y Matilde Coral fue premiada como el "momento mágico" de la Bienal de Flamenco, Poveda no contará en su concierto con artistas invitados ajenos a la grabación del disco. El productor Joan Albert Amargós explica que para el paso al escenario del álbum tenían como propósito "que el directo ofreciese lo mismo que el disco, que no se desvirtuara lo que grabamos con otras aportaciones". "El momento mágico lo pondremos nosotros", puntualiza Poveda, con ironía, sobre un equipo que incluye a Amargós al piano, Chicuelo en la guitarra, el violín de Olvido Lanza, el contrabajo de Horacio Fumero, la trompeta de Julián Sánchez, la batería de Antonio Coronel y las percusiones de Paquito González y Roger Blavia.

Poveda revela sentir "un poquito de vértigo" ante sus actuaciones en el Lope, ya que, añade, "Sevilla es muy exigente. Tener las entradas vendidas es un alivio, pero impone muchísimo. Aunque a mí me gustan estos retos", concluye con una mueca de ilusión ante el desafío.