"No demostramos racismo ante los jeques árabes ni con los negros del fútbol"

Toni Cantó. Actor y diputado de UPyD en el Congreso.

El intérprete valenciano presenta desde el viernes al domingo en la Sala Cero 'Razas', la adaptación de la obra de David Mamet, "el mejor dramaturgo vivo del mundo", sobre el racismo y la ineficacia del sistema judicial

Toni Cantó (Valencia, 1965) en una imagen reciente, durante la campaña con UPyD.
Toni Cantó (Valencia, 1965) en una imagen reciente, durante la campaña con UPyD.
Patricia Godino / Sevilla

04 de enero 2012 - 05:00

En la legislatura que acaba de comenzar, hay un diputado que supera en tablas a cualquier otro. Las tablas del teatro. Toni Cantó (Valencia, 1965), diputado por Valencia de Unión Progreso y Democracia (UPyD), compagina en esta última etapa de su vida su tarea como representante de la voluntad ciudadana en el partido que lidera Rosa Díez con su carrera como actor y productor teatral. Con su socio, el actor sevillano Bernabé Rico, regresa a la capital andaluza -de viernes a domingo en la Sala Cero- para representar la adaptación que el cordobés Juan Carlos Rubio ha realizado de Razas, la última obra del gran dramaturgo David Mamet, en la que de nuevo retrata las contradicciones de la sociedad moderna. Aún quedan entradas.

-España es el primer país donde se representa la obra desde su estreno en Broadway, en noviembre de 2010. ¿Cómo surgió el proyecto?

-Bernabé [Rico] y yo somos socios y andábamos buscando un texto para nuestra productora. Coincidió que estábamos en Nueva York con nuestra anterior obra, El pez gordo, cuando se estaba representado Razas, yo no pude verla pero Bernabé sí, le encantó, nos pasó el texto y nos pusimos a ello. Ahora mismo, David Mamet es el mejor dramaturgo vivo en todo el mundo.

-La obra gira en torno al racismo, una lacra que debiera estar superada en pleno siglo XXI.

-Uno de los aspectos del teatro de Mamet es que plantea temas fundamentales que desgraciadamente siguen siendo vigentes toda la vida. Y va un poco más allá del racismo, de lo que habla Mamet es de prejuicios y de poder. El racismo al final es algo más económico que otra cosa. Solemos tener prejuicios negativos hacia quien tiene poco poder económico, no demostramos racismo ante los jeques árabes ni ante los delanteros negros en un equipo de fútbol importante. La obra pone el dedo en la llaga en eso y en la ineficacia del sistema judicial, la ineficacia de las políticas de discriminación positiva, que también en este país -el nuestro- se han demostrado ineficaces...

-Razas se estrenó en Avilés, ahora en los titulares por el inminente cierre del Centro Niemeyer apenas seis meses después de su inauguración. ¿Cómo se llega a esto?

-Pues porque la clase política de este país ha estado más pendiente en el continente que el contenido. [Los políticos] Han visto en la inauguración de estos grandes continentes una oportunidad para gestionar como si fueran suyos los presupuestos públicos; la clase gubernamental ha jugado, se ha apropiado de lo público, y así están las arcas, de ahí ha derivado también mucha corrupción.

-La obra se representa en una sala pequeña que...

-Bueno, el anterior programador del Lope de Vega [el dramaturgo y escritor Antonio Álamo] no consideró la obra... Yo he estado varias veces actuando en el Lope de Vega pero ahora no hubo sintonía... En fin, creo que ha cambiado la dirección...

-En cualquier caso, ¿cómo pueden hacer frente las salas privadas a los recortes de las administraciones?

-Usando la imaginación y programando buen teatro. El teatro siempre ha salido airoso de todas las crisis porque lleva años con una mala salud de hierro... Antes tuvo que sortear la irrupción de la televisión y ahora existen otras formas de ocio... pero nada puede competir con el teatro. A pesar de las dificultades, va a haber un cambio de sistema, en la forma de trabajar de las compañías, de los empresarios teatrales...

-Apenas se conocen unas cuantas directrices del nuevo ministerio de Educación y Cultura. A priori, ¿qué le parece la política cultural del nuevo Gobierno?

-Todavía no es tal y hasta ahora lo que se conoce es cómo va a organizar el Ministerio y poco más. Cuando hablamos de política cultural, PP y PSOE son la misma cosa.

-Uno de los temas candentes que hereda el nuevo ministro es la Ley Sinde. ¿Cómo se debe gestionar este asunto?

-Es un asunto realmente difícil pero habría que encontrar un equilibrio de modo que los creadores puedan vivir de sus creaciones y los internautas no sean considerados todos como tramposos.

-En el terreno virtual, usted tiene un perfil muy activo en Twitter. ¿Con qué intención se ha acercado a esta red social?

-Twitter es una herramienta estupenda de diálogo, inmediata, que no necesita de intermediarios. Desde UPyD siempre hemos defendido el acercamiento, el contacto directo con nuestros votantes, simpatizantes o como se les quiera llamar. Nosotros queremos hacer una política trasnsparente, explicando en cada momento nuestras ideas, nuestras acciones... Pero a mí también me sirve en mi labor artística para hablar con los espectadores, conocer sus opiniones. Cuando uno se expone en la vida, y yo ya llevo unos cuantos años expuesto, debe estar preparado para la respuesta del público.

-¿Y cómo es esa respuesta en este medio?

-Como la vida real, que tiene luz y oscuridad. Hay gente que te critica con razón, quien te critica sin razón, hay gente maravillosa y otra que no lo es.

-Aparte del teatro, usted ha formado parte de grandes series. Ahora, la televisión se está volcando en la producción de estos formatos.

-La televisión es un medio estupendo, con una dinámica diferente de trabajo a la del teatro. Si te llaman de la televisión es porque no te han olvidado precisamente. Nunca he renegado de este medio en el que he trabajado y que me ha permitido embarcame en otros proyectos. Es indudable la satisfacción que se adquiere en el teatro pero la televisión es un medio para entrenarte, para buscarte la vida...

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