Otro fiasco de Aronofsky
Bala perdida | Crítica
La ficha
* 'Bala perdida'. Acción/Comedia, EE UU, 2025, 107 min. Dirección: Darren Aronofsky Guion: Charlie Huston. Música: Rob Simonsen. Fotografía: Matthew Libatique. Intérpretes: Austin Butler, Regina King, Zoë Kravitz, Matt Smith, Liev Schreiber, Vincent D’Onofrio, Griffin Dunne, Bad Bunny.
No es cuestión de prejuicio, sino de juicio. Nunca me ha interesado Darren Aronofsky (a quien le sentaría muy bien el título de esta película). Lo tengo por un director sobrevalorado muy por encima de sus méritos. No me interesaron ni la tan elogiada Pi, fe en el caos con la que se dio a conocer el festival Sundance en 1998 ni la siguiente, premiada y aclamada Requiem por un sueño (2000) que lo convirtió en una de las promesas del cine de autor estadounidense. Si estas películas, no exentas de algún mérito, no me convencieron, puede imaginarse quien tuviera la desdicha de verla lo que me pareció el disparate de La fuente de la vida (2006). Mejorcita fue El luchador (2008), su película más lograda, pero todavía me asombra que Cisne negro (2010) cosechara tantos premios y entusiasmo. Tras ella todo debió quedar claro con el grotesco mamarracho de Noé (2014), la hueca nada de Madre! (2017) o la manipulación freak-emocional de La ballena (2022), que tenía el único mérito del darse en espectáculo de Brendan Fraser. Pero, singular fenómeno, el director conservó su prestigio frente a toda evidencia proyectada.
Supongo que solo sus más entregados fans podrán superar incluso esta nueva película suya que iguala, si no supera, los puntos más bajos de su filmografía. Tras Noé, con su voluntad de ser una superproducción de gran espectáculo a lo Ridley Scott con toques de Peter Jackson, Bala perdida es su película más comercial, más empeñada en agradar al gran público intentando mantener algunas, solo algunas, marcas de autor.
Esta nueva película iguala, si no supera, los puntos más bajos de la filmografía de Aronofsky
Violencia disparatada con personajes aún más disparatados, auto protectoramente refugiada en el humor a lo bestia que todo lo disculpa, deudora de Tarantino, de Guy Ritchie y del Scorsese de ¡Jo, que noche!, en este caso hasta con inclusión de Griffin Dunne en el reparto, la película tiene por lo menos el mérito de no engañar tanto como las otras: ofrece un espectáculo convencional con aire de no serlo en su pretendida anti convencionalidad de humor negro con poca gracia, extravagancia forzada y violencia a granel, mal sostenidas por un guión errático -basado en una novela de Charlie Huston adaptada por el autor- que parece no saber qué hacer tras el MacGuffin del gato que desencadena una larga persecución multicultural a cargo de matones rusos, judíos o latinos en el Nueva York más miserable de los años 90. Un reparto interesante -Austin Butler, Zoe Kravitz, Matt Smith, Vincent D'Onofrio, Liev Schreiber- es un buen cebo para una pesca decepcionante.
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