Los hermanos Dardenne aspiran por tercera vez a la Palma de Oro
'El niño en bicicleta' de los cineasta belgas supone una nueva mirada a la infancia rota, tema dominante este año en Cannes
El nuevo filme de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, Le gamin au vélo (El niño en bicicleta), confirmó ayer en el Festival de Cannes que la mirada sobre las quiebras de la infancia se instala como vector dominante en la edición de este año.
Los belgas, que ya han ganado dos veces la Palma de Oro, compiten de nuevo con un filme grave pero con esperanza, a diferencia de otras cintas de estos cineastas. "Estábamos menos angustiados que de costumbre", confesó Luc a la prensa sobre el desarrollo del rodaje de una cinta que permite admirar al último descubrimiento de los directores: el jovencísimo Thomas Doret (Cyril en la trama), una revelación con posibilidades de premio, a falta de lo que queda por ver en Cannes. Y es que con El niño en bicicleta queda clara la línea temática abierta por el festival, al abordaje de la pederastia, el abuso de menores y la falta de comunicación entre padres e hijos, ilustrada por cintas como Michael, Polisse y We have to talk about Kevin.
Cyril, de 12 años y en un hogar para menores, solo vive para reencontrarse con su padre, pero éste prefiere que le olvide; el chaval pasa los fines de semana con su madre de acogida, una peluquera que se verá obligada a compensar el déficit de afecto que pone al crío al borde de la marginalidad.
Los Dardenne presentan una película que tiene mucho de cuento -hay bosque, hay lobo, Cyril va de rojo y a los Dardenne les gustó una alusión de la prensa a Caperucita Roja- pero el paisaje no es de Grimm o Andersen: la Bélgica pura y dura, con sus luces y sombras.
Carne evidente de premio, este "chico de la bicicleta" entra en competición al mismo tiempo que una luminosa película de cine dentro del cine, The artist, el inusual viaje de un filme francés a Hollywood, casi un siglo de marcha atrás lleno de referencias intracinematográficas.
La película que dirige Michel Hazanavicius es muda y en blanco y negro, lo que quizás limite sus posibilidades de mercado, pero posiblemente guste a los académicos en Estados Unidos al tratarse de un homenaje en toda regla a la Edad de Oro de la cinematografía. Ambientado en los felices 20, en la transición del cine mudo al hablado, The artist cuenta la historia de George Valentin (que interpreta Jean Dujardin), una estrella que se apaga en cuanto llega el sonido, con el que reinará Peppy Miller (la actriz de origen argentino Bérénice Bejo). Y ahí están Douglas Fairbanks, John Gilbert, Gloria Swanson, Greta Garbo, Joan Crawford y Erich von Stroheim. "El cine mudo es un cine muy emocional, sensorial; el hecho de no pasar por el texto te lleva a una manera muy esencial de narrar, que solo funciona sobre las sensaciones que creas", según el director.
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