Jara: el festival que une estrellas electrónicas y raíces rurales

Pocos festivales pueden presumir de haber conquistado el mapa en tan solo un año, pero Jara lo ha conseguido. El festival de música electrónica, que se celebra en El Real de la Jara, en pleno corazón de la Sierra Morena sevillana, regresa con una segunda edición que no solo redobla su apuesta artística, sino que profundiza en su compromiso con el entorno, el tejido local y el talento andaluz.

En la presentación oficial celebrada esta mañana en la sede de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, representantes institucionales y organizadores pusieron en valor una propuesta que trasciende lo musical. El acto fue presentado por Ricardo Sánchez, Delegado del Gobierno, y contó con la asistencia de dos delegados territoriales, el alcalde del municipio donde se celebra el festival, José Manuel Trejo, así como dos regidoras municipales del mismo, de las que Jara Márquez, concejala de Cultura, Festejos, Turismo y Nuevas Tecnologías también hizo uso de la palabra, junto a Germán Prieto y Javier Esteban, representantes de las dos empresas colaboradoras, Noon Culture y Green Cow Music, respectivamente. Los artistas participantes contaron con la representación de Mike Artes Navas, uno de los DJs que conforman el cartel del festival, junto a otros nombres conocidos como los de Manuel Moreno, Ricardo del Toro o la sevillana Dalila, además de otra treintena aproximada de ellos.

“Jara no es solo un festival; es una propuesta diferenciada, que con su innovador formato ha abierto una ventana por donde las nuevas generaciones pueden conocer este bello municipio”, expresó con orgullo Sánchez, que enfatizó el compromiso institucional con iniciativas que "generan desarrollo y empleo", destacando el papel de la Cámara de Comercio y calificando el festival como "elemento dinamizador para la localidad". Remarcó la apuesta por "ofertas sostenibles" que activan el mundo rural, definiendo este como "camino magnético para la cohesión territorial".

Por su parte, la concejala Márquez reveló que Jara es "mucho más que música; genera empleo temporal, impulsa la economía local en bares, alojamientos y comercios, y crea un puente entre innovación y tradición". Subrayó el modelo de turismo responsable que busca "formar vínculos perdurables" con visitantes y la participación vecinal como eje: "Festivales hay muchos, pero como Jara, ninguno, con artistas bajo las estrellas en un castillo medieval del siglo XIV". Este año, el festival redobla su vocación participativa y serán los propios vecinos quienes ejerzan de presentadores durante los conciertos, y la programación se extiende con talleres culturales y familiares, incluyendo actividades de música, impartidas por Navas, y pintura, por el artista plástico ayamontino Chencho Aguilera.

Prieto enfatizó que en esta segunda edición “queremos volver a crear un puente real entre el mundo rural y el urbano, entre la gastronomía y la música, habilitando nuevos espacios para todas las actividades, como la Electro Harinera, a la vez que seguiremos contando con el castillo, la ribera y el bar más pintoresco del pueblo, que es El Berro”; mientras que Esteban habló del refuerzo creativo que espera darle al festival con su participación: “Pretendemos aportar nuestra parte, tanto de creatividad como de producción y comunicación, para hacer este proyecto aún más grande”.

Vivir un fin de semana bajo las estrellas, escuchando música electrónica entre encinas y vestigios medievales, es una experiencia que apunta a quedarse grabada en la memoria. Con un turismo responsable, una economía que se activa, un pueblo que se involucra, Jara es, en efecto, mucho más que música; es una declaración de futuro que, como resumió la concejala, "deja huella en el alma, no en el medio ambiente".