La prueba de Monteverdi
Accademia del Piacere publica su 'Amori di Marte', una grabación centrada en el 'Tancredi e Clorinda' y el 'Lamento della Ninfa', con el tenor Juan Sancho y la soprano Mariví Blasco como protagonistas vocales
Accademia del Piacere se ha convertido desde su fundación hace siete años en uno de los grupos de referencia de la nueva generación de la música antigua española, joven y técnicamente superdotada. Un prestigio que la formación sevillana, dirigida por el violagambista Fahmi Alqhai, ha labrado a partir de un repertorio que siempre ha encontrado en el Seicento italiano su devoción particular. Y sin embargo, aunque no han faltado en sus atriles las partituras de Claudio Monteverdi, el grupo nunca había dedicado un programa específico o un disco a la obra del italiano, "el personaje más importante del Barroco, no sólo de su tierra, sino también en el resto del Europa", apunta Alqhai.
Amori di Marte, editado por el sello Alqhai & Alqhai, fundado por los hermanos Fahmi y Rami, éste también miembro de la Accademia, es el nuevo disco del conjunto -tercero de su andadura-, y con él afronta por fin esta empresa que tiene una parte de cuenta pendiente y otra de desafío para estos músicos, ya que volver a la música de este compositor, "rompedor, que cambió la forma de pensar y tocar la música", que con su trabajo trazó una línea con mayor claridad que cualquiera de sus coetáneos entre la estética renacentista y la nueva sensibilidad del Barroco, siempre es "arriesgado", asume Fahmi Alqhai.
"El grupo empieza a tener solidez, y se nos respeta. Creí que era el momento adecuado para afrontarlo", explica sobre el impulso que acabó materializado en un álbum donde el Combattimento di Tancredi e Clorinda funciona como "piedra angular". "Está grabadísima -se refiere a la citada obra, una obra maestra del primer Barroco-, por eso es un riesgo. Y además somos un grupo joven, pero lo hemos hecho, hay que atraverse porque por Monteverdi hay que pasar si te dedicas a la música antigua. Hemos quedado encantados con el resultado", dice el mayor de los hermanos Alqhai, a quien ya le han llegado felicitaciones muy efusivas de críticos y aficionados expertos en este repertorio.
Del Lamento della Ninfa, otra de las cumbres de la etapa de madurez de Monteverdi y pieza igualmente central en Amori di Marte, también habla con entusiasmo. "Creo que hemos hecho una versión impactante y bastante curiosa. Le insistí mucho a Mariví [la soprano Mariví Blasco] en que de verdad fuera un lamento. Que no prescindiera de los aspectos técnicos, pero que llevara la obra al terreno dramático", dice el violagambista y director del conjunto, muy satisfecho con los resultado de la otra "apuesta fuerte" que hizo la Accademia, y que consistió en "el material humano".
"Tiramos la casa por la ventana. Nosotros somos así: si tenemos lo hacemos, si no tenemos no lo hacemos; pero hacemos lo que queremos hacer", dice sobre la veintena de músicos que han participado en la grabación, todos ellos entre los mejores del panorama nacional de música antigua. Si Blasco y el tenor Juan Sancho son los protagonistas en el plano vocal, nombres como los de Vicente Parrilla, Alberto Jiménez Molina, Alejandro Casal, Marina Barredo, Johanna Rose, Arnau Rodón, aparte de los propios hermanos Alqhai, destacan en el elenco de instrumentistas.
"Siempre nos han dicho, para bien, que somos exagerados, que llevamos las cosas al extremo", continúa Fahmi Alqhai, que por ello considera "perfecta" para el grupo la manera de entender la música de Monteverdi. "Era muy teatral, muy extremo. Sus composiciones contemplan todos los afectos, todas las pasiones del alma. Y fue un gran revolucionario, destrozó los pilares de la música anterior, y poco después su manera de escribir música se convirtió en dogma, en principios de composición. En este sentido Tancredi e Clorinda es una obra vanguardista: fue la primera en la que se empieza a recrear con la música un grito de lamento, el trote de un caballo, el ruido del metal de las armas chocando, ¡incluso el goteo de sangre cayendo al suelo! Es casi pre-ópera, por su uso de la descripción", afirma.
En esa obra del italiano, la de mayor peso dentro de la grabación como se ha dicho, se cuenta la historia de dos amantes que sin saberlo se enfrentan en el campo de batalla. Él es un cruzado y en pleno combate, cuando ya su oponente cae al suelo, le levanta el yelmo y descubre que se trata en realidad de su amante, Clorinda, una mora que defendía su campamento. Se produce entonces un estallido de violencia y erotismo: se abalanza sobre ella, le atraviesa la carne con su espada, y sobre la malla de oro que recubre el pecho de la muchacha brota un líquido caliente y rojo.
En torno de este tema, muy habitual en el primer Barroco italiano, como lo fue en España, donde se escribieron abundantes sonetos y romances, algunos de ellos firmados por Garcilso, gira el nuevo disco de la Accademia del Piacere. "Es la derrota de Marte ante el amor, la imagen del guerrero que ha perdido la batalla frente al amor", explica Alqhai sobre el aspecto conceptual de este disco que recoge asimismo madrigales de otros autores que tratan del mismo tema, como anticipa la ilustración de la cubierta, donde yace, apoyado en un escudo y sobre un lecho de sangre, penosamente agarrado todavía a su arma, un soldado vencido sin remedio.
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