La Bolsa española perdió ayer la cota de los 10.700 puntos alcanzada el lunes por primera vez desde agosto de 2015, tras bajar un 0,74%, lastrada por la banca, principalmente por el Banco Popular, a pesar de los positivos resultados trimestrales de BBVA y Bankinter.

El principal selectivo, el Íbex 35, se dejó 79,50 puntos, ese 0,74%, y cerró en 10.683,90 puntos, con lo que las ganancias del mes se reducen al 2,11%, y las acumuladas en el año al 14,24%.

En Europa, las principales plazas registraron pérdidas, pues Milán cayó el 1,15%; Londres, el 0,71%; París, el 0,31%, y Fráncfort, el 0,23%.

Por su parte, los mercados asiáticos terminaban la sesión con resultados dispares, pues Hong Kong subió el 0,49%; el CSI 300, que agrupa a las mayores empresas de Shanghái y Shenzhen, avanzó el 0,03%; y Tokio ha retrocedido el 0,19%.

En el mercado de divisas, al finalizar la sesión el euro se mantuvo en 1,086 dólares, mientras que el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, se abarató hasta los 50,68 dólares.

La mayoría de grandes valores del Íbex registraron caídas, liderados por BBVA, que se dejó el 2,06%, en tanto que Repsol cayó el 1,72%; Telefónica, el 1,54%; y Santander, el 0,88%, mientras que Inditex subió el 0,61% e Iberdrola, el 1,20%.

Banco Popular encabezó las pérdidas al caer el 6,13%, seguido de Acerinox, que lo hizo el 4,23% tras presentar unos resultados trimestrales positivos, con 98 millones de euros en beneficios, frente a las pérdidas de 2016. En el lado contrario, Viscofán se apreció el 4,78% tras anunciar que ganó 31,6 millones de euros en el primer trimestre, un 15,8% más que el año pasado, y Aena subió el 1,76%.