Análisis

Gumersindo Ruiz

Economista

El endurecimiento de las condiciones de crédito en España

Christine Lagarde, presidenta del BCE

Christine Lagarde, presidenta del BCE

El Banco Central Europeo elabora una encuesta trimestral en la que recoge las actitudes de los bancos respecto al crédito, donde vemos cómo en España las entidades endurecen los estándares de crédito, así como las condiciones con que se formalizan, aduciendo además que hay un menor demanda. Esto es así para el crédito a empresas, principalmente pequeñas y medianas, hipotecas, y al consumo, y de entre todos los factores, los elevados tipos de interés se considera la causa principal, aunque no única, de esta situación.

Una cuestión recurrente desde que el Banco Central Europeo (BCE) iniciara en 2022 la subida de tipos de interés y la reducción de los títulos de deuda que tiene en balance, es el efecto sobre el crédito. Tras quince subidas consecutivas, el BCE en su última reunión del 26 de octubre, decide dejar los tipos en el 4,50% para refinanciación, 4,75% marginales, y 4% con que remunera los depósitos de los bancos en el BCE, y a partir del cual se forma el interbancario. En la actualidad el interbancario es 4,16%, y el tipo de operaciones nuevas de préstamos a empresas 4,97% y para vivienda 3,85%; no son realmente tipos elevados, pero contrastan con los bajísimos tipos a que estábamos acostumbrados.

El propósito del BCE con la subida de tipos de interés es reducir la demanda de consumo y con ello la inflación. El encarecimiento de la hipoteca, por ejemplo, supone una menor disponibilidad de renta de las familias con hipoteca. El crédito al consumo, por su parte, se vuelve más difícil, sobre todo para financiar bienes duraderos, que requieren plazos más largos. Más complicado es explicar el endurecimiento del crédito a empresas y la reducción de la inflación. En la última reunión de octubre, la presidenta Lagarde se refirió específicamente a la vivienda diciendo que puede seguir afectándole los tipos, pues aunque no suban y se mantengan a los niveles actuales durante tiempo prolongado, esto tiene efecto acumulativo sobre la economía.

La encuesta del BCE proporciona información cuantitativa como diferencia entre las opiniones de los bancos sobre las cuestiones planteadas. En la parte de préstamos a familias para la compra de vivienda, una cifra positiva en el tercer trimestre de 2023 sobre el coste de los fondos significa que hay más bancos que consideran que el coste de financiación es un elemento para endurecer los créditos, que los que no. Igualmente, en la percepción del riesgo hay un número mayor de bancos, 13%, que perciben un aumento del riesgo sobre los que no lo perciben; y un 20% neto que muestran menos tolerancia al riesgo. Si lo comparamos con el trimestre anterior vemos que el coste de la financiación reduce su efecto, la percepción del riesgo aumenta, y la tolerancia al riesgo es menor, y en España es superior a la media de la UE. En la concreción de cómo se endurecen los términos y condiciones de los créditos, un 20% neto reducen la cantidad respecto al valor tasado de la vivienda, el plazo del crédito, y aumentan los tipos y comisiones que se cargan; este endurecimiento es mayor que en el trimestre anterior. Los bancos lo explican por su propósito de aumentar márgenes (10%). Entre los factores explicativos están el coste de la financiación bancaria, y que la competencia juega un papel nulo, mientras que en Europa es un elemento que relaja este endurecimiento. Señalan también un incremento neto (10%) en el rechazo de peticiones de préstamos hipotecarios. La caída de la demanda es una explicación que dan a la menor concesión de préstamos, debido a las peores perspectivas del mercado inmobiliario, y la menor confianza de los consumidores, aunque se reducen respecto al trimestre anterior. De entre todas la variables el tipo de interés es la que más explica la reducción de la demanda, manteniéndose en un elevadísimo 60%.

En cuanto al crédito a empresas los bancos endurecen las condiciones, sobre todo a pequeñas y medianas, y mencionan el mayor coste de financiación, mayor percepción del riesgo, y menor tolerancia al riesgo. Indican con un porcentaje del 25% neto (como diferencia entre los que endurecen y los que no) un empeoramiento de condiciones en comparación con la media europea que es de un 8%, principalmente por una estrategia de aumentos de márgenes. El rechazo de solicitudes de préstamos es importante, pero señalan que también cae la demanda por los tipos de interés, con un 58% neto de los bancos indicando esta causa, que es muy superior al 37% de la media europea. El crédito al consumo se endurece aún más con una diferencia muy acusada con Europa, 33% y 8% de los bancos lo señalan, respectivamente, aunque en el crédito al consumo la competencia juega un papel mayor en España que en vivienda o empresa. Se menciona que la demanda cae por la menor confianza de los consumidores y menos compras de bienes duraderos, afectados por la fuerte subida de tipos, pero es un tipo de crédito que sube.

Con los datos del Banco de España vemos que el saldo vivo de préstamos a empresas, en tasa anual a septiembre, cae un 4,1% en 2023, al igual que el crédito a la vivienda, un 3,2%, al amortizarse más crédito que nuevo se da. Sin embargo, el crédito al consumo sube un 4,1%, aunque no compensa la caída total del saldo de crédito. En suma, la mano helada de la política monetaria se nota ya en la congelación del crédito en España, pero lo que resulta satisfactorio para el BCE no lo es para la economía española, donde la relativamente reducida inflación no justifica esta fuerte elevación de tipos. Sólo cabe esperar que el BCE no se sienta en la obligación de mantener estos tipos altos más tiempo del debido, lo que expresa muy bien el economista Martin Wolf cuando dice que “los bancos centrales no deberían prolongar una guerra sólo porque la empezaron demasiado tarde”.

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