La ventana
Luis Carlos Peris
El Rey, en su rol de oasis
Son dos futbolistas abiertos a escuchar ofertas. Se refería el presidente bético al interés de Johnny Cardoso y de Jesús Rodríguez por jugar en otro equipo. Es el fútbol de la hora, ese en el que todo futbolista que merezca la pena acaba jugando donde quiere. Y sin duda alguna, tanto el yanqui como el alcalareño son dos futbolistas de futuro lisonjero tras un presente espléndido el primero y otro de más a menos del segundo.
Se manejan cantidades muy importantes, tanto que la situación del club respecto al fair play financiero quedaría en situación estupenda de boyantía. Se aparcaría para un tiempo esa inquietante sensación de no poder utilizar oficialmente a algunos jugadores. Pero son dos casos muy distintos éstos de Cardoso y de Jesús, pues si el primero no es más que un profesional que atravesó el mundo para mejorar económicamente, del segundo podría esperarse un apego mayor al club que le ha enseñado las cuatro reglas con las que circular por el universo Fútbol.
Y dadas ambas circunstancias, ningún bético debería sentir la marcha de ninguno de ellos... siempre y cuando las arcas mejorasen sensiblemente. Es ésta la ley del fútbol contemporáneo, ante la que no cabe respuesta alguna. Ahora lo que sí resulta de obligado cumplimiento es que cuando la próxima semana empiece la pretemporada, Manuel Pellegrini no tenga queja alguna de lo que ponen a sus órdenes. Pero al que quiera irse, celofán, un lacito y puerta.
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