LA VENTANA
Luis Carlos Peris
Una noche de ilusiones
Cuando se hace la segunda parte que el Betis realizó en Balaídos hay que considerar el empate como muy buen resultado. Ocurre, sin embargo, que duele no hacerse con los tres puntos tras una primera parte en la que el Betis superó de cabo a rabo al anfitrión y el gol sobre la campana de Bartra no reflejaba la manifiesta superioridad de la tropa de Pellegrini. Adueñado de la pelota, el Celta ni olía por donde le venían los peligros y el gol de Bartra se hizo esperar demasiado tiempo.
Era un Betis sin prisas que movía la pelota de lado a lado adoleciendo quizás de verticalidad. Pudo Riquelme inaugurar el marcador pero, superado Radu, Ristic llegó a tiempo de impedirlo. Pero pasó que tras el descanso, el juego fue mayormente céltico, apoyado en el tempranero gol de Hugo Álvarez. Y a partir de ahí la superioridad del Celta hizo temer por una repetición de la remontada del curso pasado.
Fue un empate que sabe mejor que aquel de Elche de la jornada inaugural, pero hay que hacer hincapié en la conveniencia de rematar adecuadamente la plantilla. Demasiados pesos muertos en ella con futbolistas que están de más en este Betis que ha de afrontar tres competiciones. Por ejemplo, los rivales encuentran a estribor una autopista, pues ese buen futbolista que fue Ricardo Rodríguez apenas tapona algo. También se suele perder demasiados duelos y eso es ciertamente perjudicial. Y como acordarse de Isco ya sobra, hay que ver cómo se deja sentir su ausencia.
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