Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La vía es (por ahora) andaluza
Sensaciones encontradas las que se nos vienen encima en cada Pascua de Resurrección y en la que la añoranza ocupa un lugar muy principal. Añoranza, incluso, de esas bullas que nos hicieron abjurar de eso que tanto nos gusta y que hoy echamos de menos con el recuerdo puesto en aquella visión del palio que se va o de cómo llega la Madre de Dios hacia nosotros en Anchalaferia. Ha vuelto la prosaica normalidad con todos sus avíos y ni siquiera la cercanía de la Feria nos sirve de paliativo para tanto como recordamos los numerosos detalles que nos llegaron al alma. La Semana Santa es sin duda nuestra celebración más querida, la que se nos metió en los tuétanos desde la primera vez que la vimos de la mano del padre. Es la fiesta que nos llegó hasta lo más hondo y aunque la de hoy aporta los inconvenientes derivados de la mala educación nos puede la añoranza.
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