María José Guzmán

Beltrán y la responsabilidad del político

Puntadas con hilo

La construcción repunta. ¿Es el mejor momento para revisar el PGOU? El debate sólo ya inquieta

Beltrán Pérez, en la presentación de su propuesta para revisar el PGOU.
Beltrán Pérez, en la presentación de su propuesta para revisar el PGOU. / José Ángel García

02 de abril 2019 - 05:00

No todo vale en una campaña electoral. En Sevilla, la carrera por la Alcaldía se acelera y comienzan a escucharse propuestas de todos los colores. Cuántos titulares de ciencia ficción han manchado las páginas de la prensa... En unos años se ha pasado de prometer el oro y el moro a vender humo, en el sentido más literal, simples declaraciones de intenciones de fuerzas debutantes en la política. Pero cuando se trata de partidos y políticos con muchos trienios a sus espaldas la cosa cambia. Y al PP, con un joven veterano como alcaldable, se le va a menudo la fuerza por el marketing, como diría un amigo.

El debate abierto esta semana por Beltrán Pérez para revisar el PGOU merece una buena reflexión. ¿Qué es lo que se pretende realmente? El documento del plan general tiene todavía muchísimo recorrido, aunque es cierto que necesita cambios, adaptaciones. Bien. En eso están de acuerdo ambos partidos, el PSOE y el PP, que, curiosamente, pudo hacerlo en el anterior mandato con una mayoría absoluta nunca vista y, a pesar de los planes encubiertos y las maniobras que algunos quisieron ver, no lo hizo. No debía ser nada fácil.

Y ahora que el sector de la construcción comienza a respirar y se ven ya funcionando de nuevo las grúas en el horizonte. ¿Es el momento de abrir este melón? Comentaba estos días un urbanista de la ciudad que quienes están moviendo el sector son los fondos de inversión, que los pequeños promotores todavía no han dado el paso. Y advertía que estos inversores tarde o temprano acaban desapareciendo, por lo que no parece lo más conveniente sembrar la más mínima duda sobre el futuro de los suelos de la capital.

No es sólo una cuestión de oportunidad. Hay que hablar de necesidad real. Dice el candidato del PP que se debe aumentar la oferta de viviendas y disminuir el suelo para usos terciarios, porque hay demasiados y eso genera falta de interés. Y el fantasma de las recalificaciones de repente ha empezado a planear por las azoteas de la Plaza Nueva.

La situación merece un diagnóstico sereno y con más profundidad. Pero no hay que pensar mucho para deducir que ha habido un bloqueo por la propia situación de crisis económica, que el PGOU tiene suelo disponible y listo para construir más viviendas, hasta 45.000, y que en los últimos años se han dado licencias para más de 4.000 viviendas y se han desbloqueado varios proyectos. Aquí hay movimiento, el que se puede permitir la ciudad y los promotores.

Probablemente se pueda hacer mucho más desde la Gerencia de Urbanismo, sobre todo ahora que el panorama mejora. Y tal vez haya otros mensajes que los agentes económicos esperan oír de boca de un político. Iniciativas para avanzar. No es el momento de frenar. No fue bueno parar en seco la ampliación del tranvía y tampoco será beneficioso abrir una revisión, aunque sea parcial, del PGOU. Eso también implicaría un parón en la construcción. Y evitarlo es la responsabilidad también de los políticos.

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