La España real de Íñigo

Lo conocimos y lo despedimos en la radio, fieles oyentes suyos cada fin de semana en 'No es un día cualquiera'

06 de mayo 2018 - 02:33

Entró poco a poco en nuestras vidas, como a través de una puerta entreabierta, por la radio con El gran musical y Los 40 principales que todos oíamos desde que rompió fuego el 18 de julio de 1966 con su primer número uno: Monday, Monday. Los 40 principales y The Mamas & the Papas representaban la emergente España real, que no era la que aquel 18 de julio cantaba el Cara al Sol -esa era la oficial-, sino la que abarrotaba los cines para ver Qué noche la de aquel día, si vivía en Madrid iba a las mañanas del Price, seguía Escala en Hi-fi de Mochi por la tele y al pionero Raúl Matas, a Pepe Domingo Castaño, a Tomás Martín Blanco, a José Ramón Pardo, a Joaquín Luqui o a Ángel Álvarez por los transistores con FM… Y soñaba con Londres. Él había estado allí tres años aprendiendo todo lo que había que saber de lo moderno en el fabuloso Swinging London de los Beatles y los Rolling, Mary Quant y Carnaby Street.

Entró del todo en nuestras vidas en 1968 a través de TVE con Último grito de Pedro Olea e Iván Zulueta que presentaban él y Judy Stephen. En 1969 vino Ritmo 70, realizado por Pilar Miró. Y en 1970 su programa estrella, Estudio abierto, ideado por Fernando Navarrete y él para la segunda cadena de la que gracias a su enorme éxito saltó a la primera en 1972 para reconvertirse en el 75 en Directísimo. Pelo moderadamente largo y escardado, enorme bigote al estilo de los Beatles del Sgt. Pepper y de los dibujados por Heinz Edelmann para Yellow Submarine, pañolones al cuello, camisas con chorreras y hasta 34 millones de espectadores en sus momentos cumbre, el más recordado -pero no el único- de los cuales fue la actuación del mentalista Uri Geller. Después vinieron Esta noche… fiesta -el programa del pendiente de Lola Flores y el que amenizó la primera noche electoral de nuestra naciente democracia el 15 de junio de 1977-, Fantástico

Y así entre unas y otras cadenas desde que dejó TVE en 1986 hasta que con nueva imagen -sin el peluquín que sustituyó al escardado, orondo, feliz, ocurrente, maestro de la palabra y del estar ante la cámara siempre- cogió el eurocetro de Uribarri como comentarista de Eurovisión desde 2011 a 2017.

En la radio lo conocimos y en la radio lo hemos despedido, fieles oyentes suyos cada fin de semana en el No es un día cualquiera de Pepa Fernández en RNE. Ha muerto José María Íñigo.

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