La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Hohenleiter: la larga lucha de Arquillo

Arquillo urge una vez más la restauración de los murales de Hohenleiter del Coliseo que él salvó en 1976

Francisco Arquillo Torres, el reconocido catedrático de Conservación y Restauración de Obras de Arte, restaurador y académico, pronunció el pasado día 9 en la Academia de Bellas Artes la conferencia Las pinturas murales que decoraban el Teatro Coliseo España, realizadas por Francisco Hohenleiter con motivo de la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929-1930. Él las salvó en 1976, cuando el interior del Coliseo fue salvajemente demolido, y desde entonces lucha por su restauración y adecuada conservación con el éxito que estas cosas suelen tener en Sevilla: ninguno.

En 2013 la Universidad anunció su restauración. Y nada. Hace cuatro años el propio Arquillo Torres y David Arquillo-Avilés dirigieron la tesis doctoral de Mónica Torres Carrasco sobre estos murales de Hohenleiter en la que documentó la operación de salvamento. “En diciembre de 1976 –escribe en su resumen– el Catedrático de Conservación y Restauración Don Francisco Arquillo Torres, junto con un grupo de alumnos de la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla, intervinieron para salvar las pinturas murales de Hohenleiter extrayéndolas del muro. Gracias a esta actuación se consiguió recuperar los 173 m2 de pintura mural, a pesar de que las obras de remodelación del interior ya habían producido importantes daños. (…) Una vez extraído el conjunto pictórico mediante la técnica del strappo, las obras fueron enrolladas y trasladadas a la Escuela Superior de Bellas Artes para comenzar los trabajos de restauración y traslado a un nuevo soporte. Estas labores tuvieron que ser paralizadas al poco tiempo debido a la falta de presupuesto, a la dejadez y a determinadas circunstancias negativas. No obstante, los numerosos escritos y solicitudes de ayuda que el Profesor Arquillo ha realizado a la Universidad de Sevilla y a otras instituciones, para poder recuperar una obra que, por su valor artístico e histórico, es un importante patrimonio para nuestra ciudad, no han sido viables”.

De aquel 1976 en que el profesor Arquillo salvó los murales hasta su conferencia del pasado martes, en la que volvió a pedir con urgencia su restauración, han pasado 48 años. Y siguen deteriorándose en un sótano de la Universidad. ¡Qué ciudad, Dios mío, qué ciudad! Solía dolerse de Sevilla don Santiago Montoto citando estos versos: “Fuiste madre para otros / y madrastra para mí”. Es peor: es madrastra para sí misma.

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