Una Liga con la pluma de Cervantes

La complicidad entre 'Rubi' y 'Geri' añade un punto más a un esperpento que se alimenta en la legión de culés y madridistas en las 50 capitales de provincia

19 de abril 2022 - 09:50

CINCUENTA Y DOS capitales de provincia con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y con una sola mano sobran los dedos para contar en las que el ciudadano medio no celebra los éxitos de Real Madrid o Barcelona. Madridistas o culés de bufanda y bandera en Cuenca y en Albacete, pero también en Pamplona, en Zaragoza, en Vigo o en Palma de Mallorca.

Por eso mismo esto no tiene solución y los audios de Rubiales y Piqué no hacen sino ponerle nata al flan. No hay negocio sin Real Madrid y Barcelona. Lo lleva repitiendo Tebas desde hace años y en los despachos eso resuena como el amplificador de una tómbola de feria. Visualicen la pedorreta –mano en boca con los tres deditos para arriba– de los árabes a una Supercopa con Real Madrid, Sevilla, Valencia y Betis, como se dibujaba hace un mes, por no decir aquello de “piensa mal y acertarás” e intuir que en el contrato que Rubi y Geri celebraban a las doce de la noche (porque entraba en vigor) con sus mensajitos cómplices de Whatsapp está firmado que estén los que tienen que estar.

No hace falta mucho más para entenderlo todo. Esto no pasa en ningún país del mundo, pero España es diferente y lo triste es que nuestra liga tenga la catalogación de la inglesa, la alemana, la italiana y la francesa para la UEFA, el top five del fútbol europeo.

El VAR es la llave perfecta y el Sevilla, por si osaba raptar la gallina de los huevos de oro, lo sufre igual cuando le fijan los partidos con 52 horas de descanso como cuando no le expulsan a los Camavingas de turno, y si por el camino se le rapiña un gol en Son Moix o un penalti en Vallecas, más respiran los que inyectan el dinero. Eso sí, como clavó el Selu, con el sudor del de enfrente. A otros se les permite hacer saltar por los aires el límite salarial en el mercado de enero para que se refuercen a su gusto.

El mensaje de Monchi el domingo fue el de la impotencia. Y así, solo, seguirá en el país de la cultura cervantina, que idolatra al pillo, al embustero y al ladrón y que jalea en toda su piel de toro las andanzas y aventuras de caballeros de armadura blanca y azulgrana. Al final.... ¿será la solución la Superliga de Florentino?

stats