Mejor el vacunódromo que el botellódromo

Susana Díaz critica que se pongan vacunas en la Cartuja, donde ella, siendo concejal, quiso montar un recinto para botellonas

Imágenes de la vacunación de mayores en el Estadio de la Cartuja
Imágenes de la vacunación de mayores en el Estadio de la Cartuja / Juan Carlos Muñoz

26 de abril 2021 - 01:45

Es estupendo que se pongan vacunas en el estadio de la Cartuja, aunque haya que soportar el término vacunódromo, que es horroroso. Me recuerda a cuando una edil de Juventud, llamada Susana Díaz, quería montar un botellódromo precisamente en la Cartuja. Ocurrió antes de que Pepe Caballos la mandara a Madrid de diputada rasa, donde supo aprovechar el tiempo, fortalecerse y volver con más energía. Cuidado con los patadas hacia arriba que a veces no salen como uno tiene previsto. La propia Díaz ha criticado el "experimento" de vacunar en el estadio en lugar de hacerlo en los centros de salud. Hay días en que es mejor no levantarse, momentos en los que uno pierde una magnífica oportunidad de quedarse callado, instantes en los que se yerra el tiro y se hace el más espantoso de los ridículos. ¡Si habrá cosas que criticar y fiscalizar de la gestión del Gobierno andaluz!

Es una gran noticia que el coliseo sirva para inmunizar a la población. La Junta ha hecho en esta ocasión la mar de bien. Igual que hace bien en ir contemplando la posibilidad de que los vacunados tengan ya abiertas las opciones de una vida lo más parecida a la normal sin dejar de guardar ciertas precauciones. Aquí conviene aprender a convivir con el bichito cuanto antes siempre que las condiciones lo permitan. ¿No han votado en Galicia, el País Vasco y Cataluña? ¿No votarán los madrileños el día 4 de mayo tras disfrutar de los toros el día 2 y haber tenido la oferta de varios conciertos? Pues es muy lógico y muy coherente lo de contar con una suerte de certificado que permita a los ya inmunizados desenvolverse con naturalidad sin dejar de usar la mascarilla o de guardar las distancias. No sabemos a ciencia cierta cuánto más durará esto. Ahora es cuando en ciudades como Sevilla se comienza a sufrir de verdad el vacío, ahora es cuando algunos soportarán el peso anímico, emocional y económico de una ciudad que otra vez se ha pasado en blanco la primavera. O nos acostumbramos cuanto antes a hacer lo que se pueda hacer o nadie nos garantiza que la primavera de 2022 sea como la que vivimos hasta 2019.

Mientras tanto, alegrémonos de que un estadio infrautilizado, que costó un riñón de dinero público y donde han crecido los jaramagos en demasiadas ocasiones, se ponga al servicio del SAS para inyectar las vacunas con todas las garantías. Mucho mejor el vacunódromo de Moreno, por horripilante que sea el vocablo, que el botellódromo que nos quiso poner la edil Díaz, cuando llegó a concejal tras saltarse a Celis, entonces Alfonsito. Ay, nos hacemos viejos y ya recordamos demasiado.

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