La ciudad y los días

carlos / colón

Rubalcaba en Granada

UNA conferencia de Rubalcaba en la Universidad de Granada es boicoteada por activistas de Stop Desahucios y miembros de la asamblea de estudiantes. Por lo visto en la universidad también el grito puede más que la palabra, el eslogan más que la razón y la imposición que amordaza la libertad de expresión más que el diálogo discrepante.

Las cosas están como están. La política atraviesa uno de sus peores momentos en nuestra corta historia democrática. El "…y tú más" ha destapado una catarata de escándalos que cada partido ha aventado para quemar al otro hasta que, al final, todos se han achicharrado. Sólo se libran los que nunca han gobernado. PP, PSOE, CiU o IU están sacudidos por escándalos nacionales, regionales o locales. Si les suman UGT y algunos miembros de la Familia Real comprobarán que nada invita al optimismo.

Es en momentos como este cuando debe evitarse la emergencia seductora de quienes atacan la democracia en nombre de una democracia más perfecta y atacan las libertades en nombre de la libertad. No hay tirano que no se haya alzado sobre las promesas de una más perfecta democracia y una más completa libertad, oponiéndose a lo que llaman partitocracia corrupta o democracia burguesa. Es en momentos como estos cuando debe controlarse la emergencia de grupos radicales que, desde la derecha o la izquierda extremas, pretenden capitalizar el lógico descontento de los ciudadanos, su justificado cabreo y su comprensible distanciamiento de los grandes partidos y de los políticos "profesionales".

Cuidado con la explotación del cabreo. El ahora caído demagogo Berlusconi fue votado por los italianos en 1994, 2001, 2005 y 2008. Marine Le Pen es la tercera política mejor valorada de Francia y está tejiendo una alianza de la extrema derecha antieuropea con el Partido para la Libertad holandés, la Liga Norte italiana y la Flamas Velan Belga. Al mismo paso crece la extrema izquierda, de momento sin líderes definidos pero con una gran capacidad de agitación. Hoy sólo son sombras, pero tras las sombras siempre acaban apareciendo los cuerpos que las proyectan interponiéndose entre la democracia y los ciudadanos. Europa conoce bien estas sombras que proyectaron el comunismo de 1917 a 1989, el fascismo de 1922 a 1945 y el nacionalsocialismo de 1933 a 1945. A las que hay que sumar el franquismo de 1939 a 1975. Cuidado.

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