La ciudad y los días

Carlos Colón

Volando a Río de Janeiro

VISTO que nos sobra el dinero y que nuestro regidor está en la cumbre de su carismática popularidad dentro y fuera de su partido; que nuestro Ayuntamiento gasta tan poco en sueldos de jasesores y recolocados que hasta El País (importante matiz: El País, no La Gaceta, La Razón o El gato al agua) denunciaba a los "cienmileuristas" municipales, esos 21 trabajadores con categoría de directivos que figuran en la plantilla municipal cobrando más que el presidente de la Junta de Andalucía, y alguno, más del doble; y visto que el Ayuntamiento de Málaga y el nuestro ocupan el segundo y tercer puesto entre las capitales de provincia que más elevaron su deuda en términos absolutos el año pasado, lo que queda del alcalde ha decidido que lo mejor que podía hacer -por el bien de la Sevilla y la Humanidad- era volar a Río de Janeiro cual Fred Astaire para intervenir en una reunión de la mayor trascendencia económica y urgencia política: el Foro de la Alianza de Civilizaciones.

Como el hombre debe estar muy ocupado le propongo como tema para su intervención esa simpática aportación nigeriana a la civilización que mezcla palizas, secuestros, proxenetismo y vudú, según se ha sabido tras el desmantelamiento en Almería de una red de prostitución que se extendía al resto de España, Dinamarca y Alemania. Los responsables, en su mayoría nigerianos, forzaban a ejercer la prostitución a sus víctimas con palizas frecuentes, secuestro de familiares y, añadiendo un exótico matiz cultural, amenazándolas con ritos vudú. Cosas de otras culturas. No hace mucho la BBC denunció el aumento de sacrificios de niños en los ritos vudú que crecen alarmantemente en Uganda. Un brujo retirado confesó haber matado a unas 70 personas, entre ellas a su propio hijo. "Capturan niños ajenos. Traen sus corazones y su sangre para ofrecérselos a los espíritus... Los traen en pequeñas latas, que colocan debajo de los árboles donde escuchan las voces de los espíritus", dijo un brujo en activo.

Si la Alianza de Civilizaciones considerara que éstas sólo son las que se ajustan la definición más exacta de la palabra -estadio cultural propio de las sociedades humanas más avanzadas por el nivel de su ciencia, artes, ideas y costumbres- la cosa podría tener sentido. Pero es sabido que en estos foros se confunde civilización y cultura; y que ésta se toma en su acepción más vaga de manifestaciones que expresan la vida tradicional de un pueblo. ¿Se considerará una interesante muestra de multiculturalidad que la prostitución vudú llegue a la sosa, protestante y aburrida Dinamarca de Kierkegaard, Dreyer o Isak Dinesen?

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