La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

El alcalde de Sevilla, el ripio y la luna...

Hay que felicitar a Antonio Muñoz y recordarle que, alcanzados los cielos, necesitamos mejores servicios municipales

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz. / M. G. (Sevilla)

Qué maravilla lo feliz que está el alcalde de Sevilla. Ahí va el ripio sin necesidad de esperar a los pregones de cuaresma. ¿Pues no ha dicho Antonio Muñoz que Sevilla tiene un color “espacial” tras conseguir su particular sede de la NASA en versión ibérica? Pues a hacer rimas y juegos. El hombre ha empujado más que un cangrejero. Hasta la ministra de Ciencia le refirió un día lo intenso que era con la barrila de la Agencia Espacial Española. Y así es como tienen que ser los alcaldes. Pesados, muy pesados en la defensa de los intereses de la ciudad. Ahora dormiremos más tranquilos, a pierna suelta desde que sabemos que el caramelo espacial nos lo tomaremos como recién lanzado por Luis Bolaños, José María Pacheco y Alejandro Marchena en las carrozas que habrán de presidir el día cinco.

En el fondo somos como niños que nos ilusionamos con cualquier cosa, estamos deseando volver a la gloria que nos concedió aquella Exposición Universal que usamos como vara de medir de tantas cosas. Desde la depresión posterior al 92 afirmamos de algunos eventos que “son lo más importante que ha ocurrido desde la Expo”. En algunos casos hay que reírse por no llorar, pues ya me dirán que fue, por ejemplo, de aquella Singularity que nos colocaron como la enciclopedia de lomos dorados que el vendedor nos endilgaba poniendo al mismo tiempo el pie en la puerta. Hay que felicitar al alcalde con todo merecimiento, no por el juego de palabras, sino por el logro para la ciudad, que beneficiará también a Andalucía, como a Sevilla viene bien el progreso de las provincias hermanas. Hay que recordar, como hizo Muñoz, el primer paso que dio el entonces alcalde Juan Espadas cuando se fue a París en 2015 a pedir la capitalidad europea espacial, que la ciudad logró para 2019. ¿Recuerdan aquella Semana del Espacio con tantos actos? Aquella fue la base de una carrera que se ha trabajado con mucho empeño y que se remató con éxito el lunes.

Ahora toca esperar a que el alcalde no se conforme. No se trata de conseguir más caramelos, que ya tendrá otro y grande en febrero con la entrega de los Goya, sino de que no olvide su principal función: simple y llanamente dejar una ciudad mejor de la que se encontró. Y poner todo el esfuerzo en que los ciudadanos tengamos calles limpias, un centro histórico sin tantas pintadas ni tan invadido por turistas y franquicias, taxis en las horas puntas, autobuses suficientes, colegios en perfecto estado de revista, una Policía Local al servicio del ciudadano, etcétera. A ver si de tanto mirar la luna no vamos a mirar... cuanto señala el dedo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »