La ministra de Justicia ha cometido dos errores en una sola frase. "Será la primera victoria de los vencidos" ha dicho, refiriéndose a la exhumación de Franco. El primer error es dar la razón a los nostálgicos del franquismo -pocos y políticamente irrelevantes- que sostienen que esto es un ajuste de cuentas, una venganza pos morten, un lancear toro muerto como expresión de la frustración de quienes tuvieron que tragarse que el dictador muriera invicto y que la transición a la democracia no pudiera iniciarse hasta su muerte. No hubo suicidio en el búnker tras la derrota como en el caso de Hitler, no hubo fusilamiento y exhibición del cuerpo colgado por los pies como en el caso de Mussolini, no hubo juicio sumarísimo y fusilamiento del dictador y su señora como en el caso de los Ceaucescu, no hubo revolución de los claveles como en Portugal. Al igual de Stalin o Mao, Franco murió en su cama conservando hasta el final todos sus poderes. Eso sí, a diferencia de estos dictadores comunistas, cuyas muertes no pusieron fin a sus dictaduras, la muerte de Franco supuso el fin de Régimen y en un breve lapso de cuatro años la transición a la democracia constitucional.

El segundo error de Delgado ha sido considerar la exhumación la primera victoria de los vencidos cuando la primera, única y definitiva victoria póstuma de estos fue el desmantelamiento de la dictadura y la Constitución de 1979. Y no fue una victoria de todos los vencidos, sino de la democracia por la que solo algunos de ellos lucharon. Conviene recordar -por mucho que moleste- que no todos los vencidos lucharon por la democracia que llamaban despectivamente burguesa y contra la que se alzaron varias veces: ni la izquierda socialista (Largo Caballero: "No es posible realizar una obra socialista en la democracia burguesa"), ni los anarquistas (Durruti: "Le diremos al gobierno: ¡Basta ya! ¡No nos representáis! Y si controlamos un millón de trabajadores…, la revolución estará hecha con solo querer"), ni los comunistas (Hurtado: "La contrarrevolución encarnada en Azaña y Largo Caballero se desenmascara más y más ante las masas. El PCE lucha con todas sus fuerzas por el derrumbamiento del poder burgués y la instauración en España del poder de los Soviets"). Y esto no es memoria histórica, es historia. Así que no, señora Delgado. La victoria de algunos de los vencidos tuvo lugar en 1979, no en 2019.