La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

El (ideal) andaluz para Pablo Casado

Los sevillanos se han enterado ahora de que existe un delegado de la Junta para la provincia

El ex alcalde de Mairena del Alcor se ha tenido que comprar más trajes. Ricardo Sánchez, que así se llama el delegado del Gobierno de la Junta en Sevilla, está en todos lados. Es una suerte de Gregorio Conejo en el PP sevillano, una réplica de Francisco Herrero pero sin pelotazos urbanísticos en el Porvenir. Omnipresente de tal forma que los periódicos del día siguiente dan fotos de varios actos y este hombre está en todos. Gracias a la multiplicación que Ricardo Sánchez hace de sí mismo algunos nos hemos enterado de que existe un representante de la Junta expresamente para Sevilla, un puesto que debe ser vital en Cádiz, Huelva o en Granada, pero aquí tenía hasta ahora menos presencia que el cabeza de lista de Vox en Marinaleda. Importaba un pimiento (sin melva) quién era el delegado de la Junta para la provincia por mucho que tuviera derecho a despacho en la Plaza de la Contratación. La Junta era San Telmo, las consejerías y Canal Sur. Punto. Y la Plaza de la Contratación, un lugar precioso para ver cofradías y donde uno se cruza con canónigos, los Ybarra o Pepe Moya el de Persán. Pero este mairenero acude a todas. Lo mismo está en un acto de poca relevancia del Consejo de Cofradías que en la pomposidad del Palacio de San Telmo, pasando por el burladero de la plaza de toros. Con sonrisa Profidén y una locuacidad notable. Me lo imagino por la mañana mirando la agenda y haciendo encajes para quedar bien con todos. Ricardo Sánchez apostó por Casado cuando todos lo hicieron por Soraya o Doña Cospe. Es el ideal andaluz. No de Blas Infante, sino para Pablo Casado, ese hombre de la barba. Por eso tiene la plataforma idónea para su promoción en la capital, donde se deja ver tela, y el centenar de pueblos de la provincia donde el PP las pasa canutas en cada convocatoria electoral. Este Sánchez no copia las tesis doctorales que sepamos, no es tan estilizado como el otro, ni usa el Falcon como el mismo que usted sabe. Pasa pocas horas en el despacho para sufrimiento del conductor oficial. Acto a acto alcanza una notoriedad vista con recelo por quienes desearían que se dedicara a los pueblos y se dejara ver menos por la capital. Más parroquia y menos Vaticano, opinan algunos. Yo creo que el grado de importancia de los actos sociales de la Sevilla de las ocho de la tarde se mide por la presencia de Luis Miguel Martín Rubio, Francisco Herrero y... Ricardo Sánchez. Ahora sí que está la Junta imparable y no cuando los lemas de los gobiernos de Chaves. La Junta en Sevilla es este señor de Mairena que podría pasar por un chef simpaticón de alta cocina. Sin Ricardo Sánchez no hay paraíso. O dicho en becqueriano. ¿La Junta? La Junta eres tú, Ricardo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios