La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Asunción es la aldea de los galos contra el turismo invasor
Sevilla, 24 de junio de 2016. Mitin de cierre de campaña del PSOE. Pedro Sánchez toma la palabra: "En estos seis meses que yo he podido hablar con Iglesias, que era solo cuestión de minutos, yo le decía: Pablo, ¿qué te parece si recuperamos los convenios colectivos? Y él decía, bueno, eso me parece fundamental, pero yo creo que es mucho más importante controlar a los jueces y a los fiscales. ¿Y qué te parece si recuperamos la universalidad de la sanidad pública? Bueno, eso es importantísimo, pero, ¿qué te parece si controlamos a los espías y a los policías? Eso es mucho más importante. ¿Y qué te parece si reconocemos las becas como un derecho o defendemos a los autónomos, como antes ha comentado Susana? Bueno, eso es fundamental, pero antes tendremos que controlar RTVE… Yo no discuto -concluía Sánchez- que las gentes de Podemos quieran recuperar muchos derechos y libertades robados por la derecha durante estos últimos cuatro años. ¿Cuál es el problema? Que antes que recuperar esos derechos, siempre van a anteponer otras cosas como es el control de los jueces, de los fiscales, de la Policía, de los espías, del derecho de autodeterminación de Cataluña, de Galicia y del País Vasco".
De entonces a hoy Sánchez -el político más mentiroso, con más palabras y menos palabra, de nuestra historia democrática (lo que es mucho decir en este país que arrastra una nutrida historia de corrupción política)- ha asumido las propuestas de Iglesias de las que antes se burlaba entre las risas y los aplausos de los asistentes al mitin. ¿Qué piensan ahora quienes entonces le aplaudían? El mal gobierno basado en embustes y chanchullos llevados al límite de la legalidad constitucional no solo corrompe las instituciones, también a los militantes, simpatizantes y votantes negacionistas que comulgan con ruedas de molino llevados por lo que en el franquismo se llamaba adhesión inquebrantable al caudillo. Es la ley de la gravedad: cuando el fango está arriba cae, enfangando toda la vida nacional.
Nota a pie de página sobre el disparate nacional: Podemos propone prohibir que los menores de 18 años asistan a los toros y a la vez, con el apoyo del PSOE, que las menores de edad aborten sin permiso de sus progenitores. No es nuevo, pero hay que subrayarlo: en la España de Sánchez e Iglesias la vida de un feto humano vale menos que la de un toro. Bueno, menos no: no vale absolutamente nada.
También te puede interesar
Lo último