La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El sueño de la Navidad en la Avenida
Se puede ser cantaor y no tener ni idea sobre el cante, o al revés: saber mucho de cante y cantar para que te tiren a los cochinos. No ha habido muchos cantaores capaces de dar una buena conferencia sobre esta materia, pero algunos han quedado en la historia. El nivel ha bajado bastante, diría que de forma alarmante, y esto me preocupa. Hace unos días escuché un poco de una conferencia que ofreció el buen cantaor Segundo Falcón en la Cátedra de Flamencología de Córdoba. Hablaba sobre la soleá de Alcalá y demostró que lo suyo es cantar, una faceta en la que cumple perfectamente. Una cosa es saber cantar y otra muy distinta es saber hablar sobre el cante. No porque hayas leído cuatro libros, sino porque hayas investigado. Hay quienes pagan una matrícula para poder oír presencialmente u online esa conferencia sobre la soleá, y cuando alguien paga hay que darle un producto de garantía. Segundo no está preparado para hablar sobre la soleá de Alcalá en la Universidad. Dijo, por poner un ejemplo, que Joaquín el de la Paula tenía varios estilos de soleares alcalareñas, y es falso. Solo se le puede atribuir un solo cante, que creó amoldándolo a sus mermadas facultades, las de un hombre delicado de salud. No grabó discos y nunca vamos a saber cómo cantaba. El Negro, uno de sus guitarristas, me contó que desafinaba mucho y que él, para que cogiera el tono, le decía en la oreja: “Joaquínnnnnnn”. Y ni así. Su hijo Enrique de la Paula, que fue también cantaor, al que conocí, dejó dicho que su padre solo tenía un cante de Alcalá. ¿Cómo dice el cantaor de El Viso que tenía varios estilos? Antonio Mairena también decía que tenía un cantecito, y no solo lo conoció, sino que lo adoró siempre. No se puede ir a la Universidad a dar una información equivocada a quienes pagan una matrícula para aprender. A ver si se entera de una vez David Pino, el director de la Cátedra, que estaba al lado de Segundo cuando lo dijo y no lo corrigió. No lo hizo porque tampoco lo sabía. No es verdad, igualmente, como dijo el conferenciante, que la matriz del cante de Alcalá sea la Andonda. Cuando aún no había nacido la nuera de El Fillo, un cantaor de Alcalá, José Ordóñez Juraco, ya cantaba soleares en Sevilla. Mucho antes de que naciera Joaquín el de la Paula, que vio la luz por primera vez en 1875.
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