La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Un silencio hermético e inquietante

Vuelta la burra al trigo, de nuevo la Madrugada, que se escribe así pero que se pronuncia la Madrugá, a retortero. Tras aquella reunión a cencerros tapados que se remató con una solución urbi et orbi jaleada por el ministro encargado de la seguridad nacional, vino la protesta del Calvario y, lo más curioso, el hermético silencio de las autoridades locales. ¿Y por qué ese silencio del mandarinato vigente? Mientras no digan esta boca es mía no sabremos qué piensan de dicho acuerdo, pero podría afirmarse que ese silencio es porque no las tienen todas consigo. Y no las tienen todas consigo porque lo que se palia en zonas como Reyes Católicos y San Pablo puede generar otro foco conflictivo en la Alfalfa. Avanzan los días y la Madrugada sigue siendo el caballo de todas las batallas tras haberse solucionado, eso dicen, el Martes Santo mediante hacer estación en la Campana.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios