No sabemos si esto fue siempre así o casi siempre así, y si lo fue nuestros antepasados no tuvieron el acceso a la información que tenemos nosotros en la actualidad. Aunque, bueno, ellos tuvieron a Shakespeare, que lo contó bastante bien. Que el poder nunca dudó en cometer toda clase de tropelías es algo archisabido, pero se trataba de épocas en las que se llegaba al trono por la ley del más fuerte, imponiéndose. Cabía pues en aquellos poderosos desde el engaño al crimen. Nadie rechistaba, y el que lo hacía... No digo que maten, como antaño, pero estos días, por esa información a la que aludía, en pleno siglo XXI, nos hemos enterado de que más de una treintena de líderes internacionales se han servido durante años de paraísos fiscales para ocultar sus negocios, por supuesto con pingües beneficios. La diferencia de estos poderosos con aquellos es que muchos de estos llegaron al poder porque fueron elegidos en unas elecciones democráticas. Los votantes, eso que llaman el pueblo, les otorgaron su confianza y los hicieron depositarios de la tarea de intentar -al menos- desde las más altas instituciones públicas una vida un poquito mejor para sus administrados. Pero no, se ve que fueron a lo suyo. Y después algunos no quieren que se hable de "castas". Entonces, ¿cómo los llamamos? ¿simple y llanamente "banda"?