Hace ya más de diez años que falleció tras luchar hasta el último minuto de su vida contra una terrible enfermedad el historiador Tony Judt. Releo su libro cuyo título, si se me permite, tomo prestado para esta carta al periódico. Algo va mal. Fue escrito por Judt, no sin ayuda, cuando ya estaba enfermo. Lo acabó y murió meses después (a veces pienso que mueren antes muchos de los mejores, aquellos que más necesitamos, por su sabiduría, su lucidez, su compromiso, su independencia...) En estos tiempos tan confusos y de permanente enfrentamiento, porque son tiempos además de un terrible egoísmo, de ahí tanta mentira y tanta crispación (ambas se compenetran estupendamente bien), nos harían falta muchos Tony Judt. No es posible que él siga con nosotros, escribiendo y publicando más libros, pero al menos nos queda el legado que nos dejó. Y uno de ellos es este Algo va mal. Sería una buena noticia saber que ha quedado desfasado, que ha envejecido mal, que lo que en él dijo Judt ya lo hemos superado, porque fue muy leído, tomamos nota y nos aplicamos en poner en marcha algunas de las propuestas de este historiador. Pero no, seguimos erre que erre. Y ya no es que algo vaya mal. Es que va peor. Hay que volverlo a leer. A ver si esta vez nos enteramos. 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios