El nuevo PGOU apuesta por la regularización de 13 parcelaciones

El futuro PGOU de Alcalá de Guadaíra -aprobado de forma inicial en el Pleno el 3 de diciembre- aborda uno de los asuntos más espinosos no sólo del urbanismo de esta localidad del área metropolitana, sino de otras muchas con un amplio término municipal y en las que se han ido consolidando extensas parcelaciones irregulares de suelo antes de que se impusiera la nueva normativa y los más estrictos controles administrativos, policiales y judiciales, que han frenado su proliferación. Eludiendo el concepto de "amnistía", el plan alcalareño aboga ahora por hacer frente a la situación de algunas de esas urbanizaciones -se calcula que en todo el término hay hasta 4.000 edificios sin licencia- cuando representan un "problema social y urbanístico" por su densidad y relevancia.

Eso sí, el proceso se llevará a cabo sólo cuando sea factible su integración en la futura red urbana -nunca se forzará el PGOU para incluirlas-; siempre y cuando no afecten a suelos que la ley excluye expresamente del proceso urbanístico, en especial la legislación medioambiental; y haciendo que los propietarios asuman los costes de las infraestructuras que les corresponden, según se subraya en un texto al que le queda todavía un nuevo periodo de alegaciones y aprobación por delante y que debe recibir además el visto bueno de la Junta de Andalucía, muy estricta en este sentido.

Con todo, en el texto ya se apuntan las urbanizaciones que, de salir adelante la propuesta, podrían acogerse al proceso, por el que están abogando también otros municipios. En todos los casos, se ubican al sur de la A-376, la carretera de Utrera, y tienen una antigüedad superior a cuatro años. Se trata de trece parcelaciones que serán incluidas en el PGOU como Áreas de Regularización e Integración Urbana y Mejora Ambiental (ARI con fines de normalización): Montecarmelo-C/Luxemburgo; Urbanización Los Ricos; Huerta de San Vicente; El Cercado; La Lapa-La Lapilla; El Regidor; Santa Elena; La Ruana; Pinos del Nevero; Calerilla; El Manantial; Las Tinajas y Cerro Cruz de Marchenilla.

En el caso de Montecarmelo-C/Luxemburgo y de Los Ricos su ordenación completa quedará establecida por el propio PGOU, dado que se trata de "pequeños ámbitos" en los que "la capacidad para establecer alternativas pormenorizadas de ordenación completa son prácticamente inexistentes". En el resto, se requerirá la elaboración de un plan especial para cada una.

Éstos deberán incluir una serie de objetivos como la normalización e integración urbanística mediante la mejora ambiental, dotacional y de infraestructuras, crear una red viaria suficiente para su funcionalidad y accesibilidad; intentar reservar espacios para una "pequeña oferta de servicios terciarios"; y abrir la puerta a que, en algunas zonas, se pueden incluir edificios plurifamiliares, aunque la tipología predominante sea la edificación aislada. Además, deberán asegurar la preservación de la masa arbórea y destinarla preferiblemente a espacios libres.

En el texto inicial del PGOU -que salió adelante en el Pleno con el único voto a favor del PSOE, que goza de mayoría absoluta en el Ayuntamiento- se apunta que, en el caso de que en la parcela haya ya una edificación, el propietario deberá presentar un proyecto de legalización en el plazo que se determine para que pueda ser regularizada a su vez.