Cádiz

El verano más complicado del Puente de la Pepa

José Luis Hidalgo

El segundo puente sobre la Bahía de Cádiz: 360 millones de euros de coste, una de las mayores inversiones en materia de infraestructura en toda España, estuvo a punto de a irse a pique cuando llegaban los primeros calores del verano de 2010. Fue un 4 de junio cuando Diario de Cádiz adelantó que Dragados, la empresa adjudicataria de la obra, ordenaba la paralización de los trabajos debido a la deuda que comenzaba a acumular con ellos el Ministerio de Fomento. Tras silencios, desmentidos y posteriores reconocimientos, fue un auténtico movimiento ciudadano, animado por los medios de comunicación y por el propio Ayuntamiento de la capital, gobernado por la incombustible Teófila Martínez (PP), lo que provocó la marcha atrás del Gobierno que había metido a este proyecto en su plan de recortes hasta el punto que los técnicos de Fomento habían elaborado un calendario que retrasaba el final de las obras a 2014, cuando el objetivo era inaugurarlo como muy tarde en marzo de 2012, con el inicio de los actos oficiales del Bicentenario de la Constitución de 1812. Presionado por propios y extraños, el ministro José Blanco anunció a finales de julio que habría una solución “ad hoc” para el puente, al considerar que era una obra “prioritaria” para su departamento.

Después, definió algo más y en una tumultuosa visita a Cádiz dijo que sí, que habría puente y que estaría en 2012. La fecha más concreta se conoció poco después: no sería en marzo pero sí dentro de los plazos del Bicentenario: en octubre, con motivo de la Cumbre de Jefes de Estado Iberoamericanos, como muy tarde. Tras un tórrido verano para el Ministerio de Fomento, en el otoño volvieron las máquinas y los hombres y los dos grandes pilares de 180 metros de altura volvieron a tomar altura. Asumiendo los retrasos, el puente de La Pepa afronta un año fundamental en 2011, con más del 72 por ciento de los trabajos ya ejecutados, con la instalación del tablero y la conclusión de las principales pilas previstas para este ejercicio, pero aún será necesario buena parte del 2012 para ultimar los detalles de una obra extremadamente complicada, que ya está en los libros de ingeniería y que el PSOE quería que fuese el presidente José Luis Rodríguez Zapatero el que la inaugurase. Con tanto cambio de calendario, Teófila Martínez ya se ve junto a Mariano Rajoy cortando la cinta inaugural.

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