El Betis, una montaña rusa

Análisis

La irregularidad sigue marcando la línea de los verdiblancos en este arranque de la temporada

La falta de pegada y de efectividad arriba, y la sangría de goles atrás, continúa muy patente

Otra desconexión al intermedio

Pellegrini, atento a Fekir en un lance del partido ante el Atlético.
Pellegrini, atento a Fekir en un lance del partido ante el Atlético. / Ballesteros / Efe
Juan Pinto

26 de octubre 2020 - 07:00

Sevilla/El Betis parece seguir instalado en una montaña rusa, tanto de resultados como de sensaciones. Y todo a causa de una irregularidad que comenzó en la segunda vuelta de la temporada 2018-19, que se acrecentó el pasado curso y que, por ahora, tras siete jornadas, continúa patente con los tres triunfos y cuatro derrotas que suman los de Manuel Pellegrini.

Una falta de regularidad que el propio técnico intenta enmendar, ya que a pesar de las variantes tácticas y ajustes realizados, y el querer plasmar una idea de juego, los problemas de la planificación, encabezada por Antonio Cordón, con unas carencias que no han sido cubiertas, se siguen reflejando en un cuadro heliopolitano que tiene la obligación de recuperar pronto la dinámica positiva si no quiere convertir la temporada en otro curso vulgar.

Números

Apenas se llevan siete jornadas y quedan muchos partidos por delante, pero sí empieza a llamar la atención que las tres victorias conseguidas por el Betis hayan sido ante Alavés y Valladolid, dos equipos con el objetivo de no bajar, y un Valencia en horas bajas. Ante los dos primeros era obligatorio que los heliopolitanos ganaran y en Mestalla los de Pellegrini pasaron por encima de los valencianistas, pero las derrotas ante Getafe y Real Sociedad (dos rivales directos en las aspiraciones europeas) por tres goles a cero, más allá de la polémica del VAR, y las derrotas ante Real Madrid y Atlético, candidatos al título, vuelven a reflejar esa irregularidad de los verdiblancos, con 9 puntos de 21 posibles y un décimo puesto en la tabla.

Fragilidad defensiva

Once goles en 7 jornadas no es un buen promedio para un equipo que tiene como objetivo luchar por jugar competición europea, con una media que de seguir así llevaría al Betis a encajar 60 goles, una cifra similar al de estas últimas campañas. Pellegrini, que decidió apostar por un doble pivote defensivo y una presión alta en campo contrario para robar la pelota lejos de la portería verdiblanca, ha visto cómo a su equipo le ha funcionado en algunos partidos, pero ante rivales intensos y trabajados (Getafe y Atlético) éstos siguen sacándole las costuras a un Betis que otro año más sigue sin tener en la plantilla esos perfiles de futbolistas agresivos, intensos y competitivos durante noventa minutos.

Bravo y Mandi, en la acción que acabó con el gol de Llorente.
Bravo y Mandi, en la acción que acabó con el gol de Llorente. / Ballesteros / Efe

El problema atrás va más allá de las buenas intenciones del técnico chileno y apuntan directamente a la panificación. La debilidad en el centro de la zaga sigue siendo evidente, como era de esperar, y quedó patente de nuevo en el Metropolitano en el primer gol rojiblanco, con un Llorente que no encontró oposición alguna de Mandi y que aprovechó un error grave de Bravo (luego evitó la goleada con sus intervenciones) para marcar en otro problema que empieza a ser latente en este Betis: las desconexiones tras el descanso.

La falta de gol

El Betis lleva siete goles en estas primeras siete jornadas, pero el dato demoledor es que ninguno de los actuales delanteros de la plantilla se ha estrenado aún. Cero goles de Borja Iglesias, Sanabria y Loren. El primero mantiene la misma línea de rendimiento que el pasado curso, el paraguayo desaprovechó la ocasión que tuvo ante Oblak y sigue sin ver portería y el que ha demostrado tener más nivel de los tres, el marbellí, todavía no se ha ganado la confianza de Pellegrini y sigue sin tener la oportunidad de ser titular. No obstante, la gestión de la delantera bética no es problema sólo de este curso, sino que el Betis arrastra hace ya varios años.

Esperando a Fekir

Fekir sigue tendiendo un rendimiento a la baja. En el Metropolitano apareció por la derecha, en la primera parte, con sus chispazos de calidad, hasta que en la segunda se fue diluyendo. Pellegrini ya dejó claro que en la rueda de prensa previa al partido ante los colchoneros que el internacional francés es consciente de que tiene que elevar mucho nivel y el Ingeniero espera que así sea en los próximos partidos. La irregularidad ya fue la tónica predominante de Fekir la pasada temporada, donde fue una de las dos grandes inversiones, junto a Borja Iglesias, y en ésta tiene que elevar su nivel teniendo en cuenta también que es uno de los principales activos del club verdiblanco en el caso de la necesidad de una futura venta para aliviar las arcas verdiblancas.

Fekir está llamado así a dar un paso al frente para ser ese futbolista determinante que necesitan los de Heliópolis, que apostaron muy fuerte por él siendo en estos momentos el mejor futbolista pagado de la plantilla.

Planificaciones

Los cuatro fichajes con Antonio Cordón a la cabeza para esta temporada han empezado de distinta forma en cuanto a rendimiento. Víctor Ruiz por fin debutó en el Metropolitano y habrá que esperar a que tenga algo más de participación, como ocurre también con Miranda, si Pellegrini le va dando confianza en los próximos partidos; Bravo se ha perdido varios encuentros por lesión, pero sigue siendo un fijo para el técnico y transmite algo de mejores sensaciones que Joel; y Montoya fue de más a menos ante el Atlético, acabando expulsado después de volver a jugar un partido tras estar sin jugar varias semanas por un caso de coronavirus en su entorno.

Así, de momento, dudas e incertidumbre a la espera de que vayan pasando más jornadas para ir valorando los fichajes realizados (catalogar como un éxito estos refuerzos es muy atrevido) por el nuevo director deportivo, que aparte de un trabajo del que se esperaba más por el alto caché pagado por el Betis se ha visto también lastrado por la planificación de la pasada temporada, con muchísima influencia, aparte del coronavirus, en la crisis económica de la entidad bética, con jugadores devaluados en el mercado ante posibles ventas fruto de ese decimoquinto puesto tras una gran inversión en el verano de 2019. Mención aparte merecen las renovaciones que en su día generaron muchas dudas, como la de Javi García, Francis y Kaptoum, o la de Guardado, con muchos problemas físicos en este arranque de temporada que están haciendo que apenas esté teniendo participación, a la espera de ver qué pasa con la de Mandi.

Todo queda, por tanto, en manos de Pellegrini, que también tiene cosas que mejorar, sobre todo en los cambios (ahí le ganó el partido Simeone), pero sigue siendo el único referente en el Betis para evitar otra campaña mediocre.

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