Análisis | Betis

El Betis, en un largo camino de dudas

  • Rubi sigue sin dar con la tecla dentro de un plantel descompensado y desequilibrado

  • Pésimos guarismos del conjunto verdiblanco en lo que va de año 2019

Rubi dialoga con sus jugadores antes de un entrenamiento.

Rubi dialoga con sus jugadores antes de un entrenamiento. / Juan Carlos Vázquez

El Betis mostró en Pamplona síntomas muy preocupantes en cuanto a fútbol se refiere, de ahí que el día después de lo sucedido en El Sadar sirviera de reflexión en Heliópolis para analizar una situación actual que sigue siendo idéntica a la de la pasada campaña, tras cinco jornadas disputadas.

Por entonces, el equipo de Quique Setién sólo llevaba un punto más (6) que el de Rubi (5), mientras que los verdiblancos siguen alargando la pésima racha de resultados desde enero de 2019 hasta hoy: 7 partidos ganados de 21 en Liga (más el fracaso en Europa y la gran decepción con la eliminación en la Copa) con el entrenador cántabro, más los cinco con el actual técnico, con una victoria, dos empates y dos derrotas en cinco partidos. Guarismos que reflejan el caminar del Betis enarbolando la bandera de la mediocridad.

El Betis de Setién, desde enero, 7 victorias en 21 partidos; Rubi, por ahora, una en cinco encuentros

A día de hoy Rubi no ha terminado de dar con la tecla. Sobre el terreno de juego no se sabe qué idea quiere plasmar, si atacar, si jugar a la contra, si buscar un juego más directo... Y todo con unos problemas defensivos más que evidentes. Mientras el preparador catalán sigue intentando que el Betis mejore sus prestaciones, el enfoque también está puesto en una planificación que evidencia importantes lagunas. Si el rendimiento de Fekir está siendo lo más positivo, la plantilla bética refleja que ni está equilibrada ni compensada, con la ausencia de ese medio centro defensivo no fichado en verano para cubrir una carencia arrastrada desde la pasada campaña.

El Betis nota la ausencia de un hombre de fútbol que gestione momentos delicados como el de ahora

Otra reflexión dentro del análisis de la situación actual del Betis conlleva la siguientes cuestiones: ¿Quién es el referente actual de este Betis? ¿Quién gestiona momentos de crisis? ¿Quién puede en un momento dado aconsejar al entrenador sobre cuestiones técnicas o tácticas? ¿Quién es la figura a la que un plantel mira para que ayude a encontrar soluciones? ¿Quién es el hombre de fútbol en este Betis? ¿Quién inyecta ADN ganador y gen competitivo? En este sentido, la falta de una figura como la de Lorenzo Serra Ferrer sigue presente.

El cuadro bético dio otra mala imagen en El Sadar, con evidencias de equipo sin mano de entrenador

Y también, después de todo lo vivido el curso pasado con una fractura social más que evidente y con argumentos numéricos más negativos que positivos, amén de otras cuestiones (ruedas de prensa, excusas...), existen en el contexto actual voces que solicitan la vuelta del anterior entrenador como solución para enderezar la situación actual.

Así camina un Betis con cuatro directores deportivos (Eduardo Macía, Miguel Torrecilla, Lorenzo Serra Ferrer y López Catalán) y siete entrenadores (Mel, Merino, Gustavo Poyet, Víctor Sánchez del Amo, Alexis, Quique Setién y Rubi) en cinco temporadas (contando la actual), con una gestión deportiva que, a la espera de lo que suceda este curso, sólo tuvo un punto de inflexión –dato objetivo– con la llegada del balear. Ahora, la situación empieza a inquietar en un Betis que ya trabaja de cara al encuentro del martes ante el Levante.

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