Análisis

Betis, la necesidad de un bisturí

  • La plantilla, al contrario que en la etapa de Serra Ferrer, se devalúa otra vez y requiere de una profunda reestructuración tras el fracaso en la planificación

José Miguel López Catalán, en una rueda de prensa.

José Miguel López Catalán, en una rueda de prensa. / Antonio Pizarro

El Betis, una jornada más, desprendió unas sensaciones muy preocupantes. En esta ocasión fue el Villarreal el que sacó a relucir las carencias de un cuadro verdiblanco que por momentos ofreció una imagen de equipo caído, roto y sin alma que fue sobre la hierba un fiel reflejo de una situación actual derivada de una gestión deportiva muy desacertada por parte del presidente, Ángel Haro, y, sobre todo, de José Miguel López Catalán.

Y es que este último, el vicepresidente, trabaja de forma muy activa realizando labores propias que corresponderían a la figura de un director deportivo, dentro de la estructura presentada hace un año tras la salida por la puerta de atrás de Lorenzo Serra Ferrer.

Los resultados de este Betis de Haro y Catalán están mostrando las carencias en el organigrama actual de la dirección deportiva, hasta el punto de que los máximos dirigentes están buscando un nuevo entrenador y la contratación de un director deportivo. Y todo, sin obviar los fallos cometidos tanto en la planificación de verano como en la de invierno. "La plantilla está más equilibrada y compensada", señaló López Catalán, en silencio público actualmente, en una entrevista en los medios oficiales el pasado mes de septiembre para valorar el trabajo de verano. La realidad indica que, por ejemplo, grandes inversiones, como la de Borja Iglesias, no están dando resultado y carencias, como en el puesto de pivote, tampoco fueron tapadas en invierno, pues Guido de momento está mostrando ciertos problemas con pérdidas de pelota en zonas peligrosas en la salida de balón y lentitud de movimientos. La otra incorporación invernal, Aleñá, responde a un perfil de futbolista repetido al de otros centrocampistas de una plantilla que pedía a voces físico y músculo.

En el mundo del fútbol, un equipo en el terreno de juego es reflejo de lo que ocurre en los despachos

"Hemos actuado rápido, sobre todo, en poder reforzar y traer esos jugadores que pensábamos que eran prioritarios en este mercado. Queríamos equilibrar y compensar más la plantilla. Hemos podido traer los jugadores que eran nuestras opciones prioritarias y estamos contentos con esta situación", indicó Alexis en los medios oficiales del club el pasado mes de enero. Sin embargo, el problema en el pivote sólo lo pudo corregir algo Rubi por el buen hace de Édgar.

Así, al centro del campo del Betis le falta empaque, tiene muy poca fuerza. El triángulo entre los dos centrales (o tres, como ahora) y el pivote no tiene consistencia alguna, los zagueros transmiten la sensación de estar ya amortizados y el sistema defensivo, en líneas generales, es muy frágil, como está quedando patente. Por ello, chirría que el Betis, en las dos últimas jornadas haya sido el equipo más intenso de LaLiga, como indicó Alexis en la previa del partido ante el Villarreal, pues recibió cuatro goles en una hora ante el Levante y dos en media ante el Villarreal. También a nivel individual el rendimiento de muchos jugadores que ya estaban en la plantilla está siendo baja y a eso se le une la escasa aportación de los fichajes realizados este año, con un presupuesto de 200 millones de euros.

La falta de esa figura de hombre de fútbol que gestione el día a día, que dé importancia al gen competitivo, a la mentalidad ganadora y que sepa guiar en ciertos momentos al entrenador es un hecho en un Betis donde, al igual que ya pasó en otras etapas pasadas a lo largo de su historia, la bajada del nivel y falta de exigencia (club) acaba derivando en un acomodamiento piramidal que a su vez se refleja en el terreno de juego.

Todo esto deriva en una devaluación de la actual plantilla, coincidiendo con la misma situación que ya se vivió antes de la llegada de Serra Ferrer, que le dio la vuelta por completo a un plantel que acabó rompiendo, con la clasificación europea, una mediocridad que ha vuelto a reinar sin la figura del de Sa Pobla en el club. Así, dentro del bucle en el que vive instalado este Betis de Haro y Catalán, y pese a la situación económica que se pueda vivir en el próximo mercado de fichajes, de nuevo les urge a los verdiblancos un necesario bisturí para la revolución que requiere una plantilla con carencias en la portería, la zaga, de pivotes, extremos, delanteros...

La falta de un líder en la toma de decisiones deja al descubierto los fallos en la actual estructura

Y todo sin contar con la llegada de un entrenador que para cuya idea necesitará ciertos tipos de perfiles de jugadores, además de conocer si se mantiene el estilo de juego tan fracasado en Heliópolis o hay un giro radical. No obstante, en este punto del análisis surgen varios interrogantes relacionados con el futuro deportivo e institucional del Betis: ¿Seguirá realizando la panificación de la próxima temporada el grupo que lidera José Miguel López Catalán o la hará el nuevo director deportivo? ¿Habrá Junta Extraordinaria con nuevos rectores que traigan cambios en la parcela deportiva? En líneas generales, la necesidad de un bisturí se antoja clave en el futuro de un Betis actual que está en estado depresivo y de agotamiento.

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