Édgar, un estreno con la mirada al futuro

El pasado sábado fue un día especial para el joven jugador del Betis Édgar González, que debutó en Primera con los verdiblancos, y ayer en los medios oficiales el joven defensa expresó su sentir por todo lo vivido antes, durante y después del encuentro: "Los primeros días fueron de mucha alegría. Después del partido dije que tenía el sueño de debutar en Primera, y contento por el partido, los tres puntos y cómo se dio todo. Fue un debut soñado y muy bonito. Por la victoria, que era lo más importante. Eso da valor al partido que has hecho en lo personal".

Pese a su debut, Édgar se muestra humilde de cara a su futuro, tanto en el Betis Deportivo como en el primer equipo a la hora de aprovechar otras ocasiones que pueda tener adelante para jugar: "Para mí no ha cambiado nada. Yo voy a seguir viniendo todos los días a entrenar, a seguir aprendiendo y mejorando para que cuando haya oportunidades dar mi mejor nivel en pos de poder ayudar al máximo de mis posibilidades al primer equipo. No le pierdo la vista al filial, ya digo que no ha cambiado nada y si juego con el primer equipo, a dar lo máximo, y si tengo que jugar con el filial, a seguir dándolo todo porque es la clave para tener oportunidades en el primer equipo".

Édgar reconoce que vivió con nervios el momento en el que Rubi le comunicó a mediados de la semana pasada que tenía la idea de que jugase ante el Valencia. "La noche antes y los momentos antes del partido algo de nervios sí tuve. Desde mediados de la semana el míster me dio confianza y poco a poco te vas mentalizando. Cuando juegas rodeado de tantos buenos jugadores, es más fácil, me ayudaron y me apoyaron mucho. De primeras, no me dice que voy a jugar, pero me dice que es una idea que el cuerpo técnico tiene, hasta antes del partido no sé que voy a jugar", explicó el zaguero, que también hizo mención a la competencia que tiene por delante en el primer equipo y lo bien que lo trataron sus compañeros: "De central con salida en defensa de tres sí había jugado, pero de pivote no. El míster me estuvo hablando de lo que quería de mí, tanto en defensa como en ataque, y sólo me quedaba mentalizarme y prepararme para jugar bien. Javi García y Marc Bartra, que estaban actuando en esa posición de pivote, me dieron muchos consejos, me ayudaron mucho en los momentos antes de salir al campo. Ya digo que estar rodeado de estos jugadores es un lujo. El apoyo y el ánimo que me dieron me lo pusieron más fácil".