El gol de Cabrera en el 97’ borró la sonrisa de los béticos. Un minuto le faltó al Betis para culminar un pleno de victorias en la semana y, aunque Manuel Pellegrini quiso quedarse con todo lo positivo que exhibió el equipo ante el Espanyol, los verdiblancos han preparado la cita frente a Osasuna con ese regusto amargo que dejó el postrero empate. Si a esto se le añade que el Betis se presenta en El Sadar con la defensa en cuadro, tras las lesiones de Bartra y Víctor Ruiz y la sanción a Pezzella, el reto pasa de nivel y se convierte en una prueba de madurez a este proyecto 2.0 del entrenador chileno.

Llega la cita ante Osasuna justo en el ecuador del primer maratón de partidos de la temporada para el Betis. Tras un inicio dubitativo, los heliopolitanos parecen haber enderezado el rumbo en cuanto a fútbol y sensaciones, aunque necesitan sumar de tres en tres para mirar al futuro con mayor optimismo. Las rotaciones impuestas por Pellegrini mantienen enchufada a casi toda la plantilla, aunque esa acumulación de problemas en el centro de la zaga obligará a improvisar en el equipo inicial.

Alineaciones probables

Todo apunta a que Guido Rodríguez, como ya hiciera el domingo tras la expulsión de Pezzella, retrasará su posición para colocarse junto a Édgar, el único central disponible de la primera plantilla. El puesto del argentino en la medular se queda sin dueño y tanto Paul, que le daría centímetros al equipo en un partido en el que serán necesarios, como Guardado, que siempre aporta su experiencia, optan a acompañar a William Carvalho y Canales en esa zona de creación.

Será un nuevo once con cambios. Ya existieron ocho entre Granada y Celtic, y siete desde los escoceses al Espanyol, en esa política de rotaciones que Pellegrini ha diseñado para mantener una alta intensidad en el fútbol de los suyos. A los obligados cambios en la defensa y la medular se añadirán también desde la portería, donde en principio regresará Rui Silva, a la delantera, donde Borja Iglesias volverá a un estadio en el que rompió el pasado año su mala racha. Incluso Pellegrini ha ensayado un cambio de sistema, aunque ya se verá si lo pone en práctica.

Guido Rodríguez, en un viaje del Betis.

Precisamente, aquella visita ha sido recordada en estos días. El triunfo en El Sadar fue un punto de inflexión para el Betis de Pellegrini, que había acumulado decepciones en las jornadas anteriores y que vivió una metamorfosis tras aquel 0-2 ante Osasuna. El Betis fue aquella tarde un equipo solidario y comprometido, dos cualidades que se convirtieron en las bases de la posterior remontada que llevó al equipo hacia Europa.

También Osasuna es un conjunto distinto al de ese día. Aunque los dirigentes nunca perdieron la confianza en Jagoba Arrasate, el equipo rojillo cuajó una mala primera vuelta que casi le cuesta el puesto al entrenador. Con el respaldo del club y una terapia con su vestuario, Arrasate recuperó las señas de identidad de su Osasuna para acabar sellando una holgada permanencia que ahora le hace seguir disfrutando de Primera e incluso con un objetivo mayor.

Sergio Canales.

Precisamente, el técnico ahora busca las teclas adecuadas para hacer de El Sadar un fortín. Dos empates y una derrota acumulan los rojillos en su estadio en este inicio liguero. Ni la vuelta del público, siempre tan caliente en tierras navarras, le ha dado por ahora ese plus a un Osasuna que quiere mirar a cotas más altas en esta Liga.

Para el Betis será una prueba de madurez. La cuarta comparecencia en apenas diez días exige que Pellegrini afine en sus decisiones, a la vez que Osasuna examinará a la inédita zaga de un Betis que necesita sumar una victoria para seguir escalando en la tabla.