Sólo fue el primer encuentro de la pretemporada, pero el Betis ya enseñó algunas de las cuestiones con las que viene trabajando Manuel Pellegrini. Desde el posicionamiento en el campo con ese 4-2-3-1 con mucha movilidad en los mediapuntas cuando el equipo tiene la pelota a esa rapidez para juntar las líneas y evitar los desequilibrios cuando se pierde el balón.

También quedó claro que los verdiblancos mantendrán ese estilo que intenta aglutinar la posesión del balón, aunque, a diferencia de años anteriores, sí se vislumbró más juego por las bandas y no sólo por parte de unos laterales profundos.

A la espera de refuerzos –únicamente Sanabria fue novedad en el equipo titular– y de que el equipo continúe asimilando los conceptos de Pellegrini, el Betis dejó detalles de lo que pretende el chileno para esta nueva temporada.

Desde el inicio, Pellegrini ha apostado por una línea de cuatro, como ha sido costumbre en su trayectoria, y así viene desenvolviéndose el Betis en esta semana de trabajo colectivo a las órdenes del chileno. En su primera elección, Mandi y Sidnei ejercieron de titulares, aunque Bartra entró en el descanso sustituyendo al hispano-brasileño. Para la salida de pelota, los centrales tendrán una mayor responsabilidad, ya que en pocas ocasiones alguno de los pivotes se colocó entre ellos para iniciar el juego. Los laterales tendrán una mayor responsabilidad defensiva en esa defensa de cuatro, aunque también será imprescindible que realicen el esfuerzo de desdoblarse en accuones ofensivas. En Marbella, el cuerpo técnico de Pellegrini ha insistido sobre todo en la necesidad de mejorar la concentración y la atención en las marcas, dos aspectos en los que se erró la pasada temporada y que se quieren trabajar para rebajar la cifra de goles encajados.

Marc Bartra.

Otra de las novedades que traerá Pellegrini será la colocación de dos pivotes en línea por delante de la zaga. Quiere el técnico chileno dotar de una mayor solidez al equipo, de ahí la ubicación de dos jugadores en la zona central que se repartirán los esfuerzos y también la labor de ayudar a los centrales en el inicio de la jugada. Ante el Cádiz, Guido Rodríguez y Guardado fueron los que salieron de inicio, con el mexicano más acertado que su compañero tanto en la faceta defensiva como en la de distribución del juego. Tras el descanso, Canales retrasó su posición para colocarse junto al argentino, mientras que en la recta final del partido los jóvenes Édgar y Paul ocuparon ese doble pivote con la intención de ganarse la confianza de Pellegrini.

Con el 4-2-3-1 que empleó el Betis ante el Cádiz, los verdiblancos también cambiaron la manera de atacar. Además de una circulación más rápida del balón y con constantes cambios de juego, los de Pellegrini abrieron más el campo en ataque. Tanto Joaquín como Canales, que fueron intercambiándose la banda derecha, como Tello por la izquierda le dieron profundidad al equipo, apoyados por las subidas de los laterales, Emerson y Álex Moreno. Las permutas entre los mediapuntas fueron la nota predominante en las acciones ofensivas, lo que agilizó el juego de ataque tan previsible en ocasiones en años anteriores. También sirvió el partido para que se mostrasen otros jugadores como Aitor Ruibal, que hizo de extremo diestro, o Diego Lainez, que tuvo libertad de movimientos desde la mediapunta, dos jóvenes que quieren ganarse la confianza del entrenador. A la espera de Fekir, otra de las ausencias de esta primera parte de la pretemporada, Joaquín sí exhibió esa capacidad de desborde que tanto ayuda al equipo y que, a sus 39 años, todavía lo hace un jugador clave para el equipo. Incluso en una de las pausas de hidratación se vio al portuense en una animada conversación con Pellegrini, un técnico que lo conoce a la perfección.

La única novedad en el once inicial con respecto al pasado año llegó en el punta, donde Pellegrini colocó de inicio a Sanabria. Quiere el chileno tomar una decisión sobre el futuro del paraguayo, de ahí que lo pusiera de inicio con sólo una semana de trabajo con el equipo, aunque tampoco su partido sirvió para demasiado. Sin apenas opciones de remate, Sanabria lanzó desmarques y realizó un esfuerzo defensivo pero sin brillantez.Tras el descanso entró Borja Iglesias y el gallego volvió a estar peleado con el gol.

Aún es pronto para extraer conclusiones definitivas, pero el Betis esbozó esas primeras ideas impuestas por Pellegrini en busca de una mejora del equipo.