Betis

Pellegrini y una base para la continuidad

  • El chileno cumplirá su tercera temporada seguida en el banquillo verdiblanco, una estabilidad sólo conocida por Mel en el siglo XXI 

  • El plan incluye mantener a la mayor parte de la columna vertebral

Manuel Pellegrini, pensativo, antes de un partido.

Manuel Pellegrini, pensativo, antes de un partido. / Europa Press

La continuidad de Manuel Pellegrini ha otorgado al Betis una deseada estabilidad en su proyecto deportivo. El magisterio del chileno ha reconducido a la entidad heliopolitana, que vivirá su segundo año europeo consecutivo con el mismo entrenador, un logro desconocido en la historia. Además, en el siglo XXI, únicamente Pepe Mel logró iniciar un tercer año como técnico bético y también con resultados ascendentes en cada temporada.

Ni los cantos de sirena han hecho cambiar de idea a Pellegrini, que ha tenido en mente desde su llegada elevar al Betis hacia la zona noble de la clasificación. Tras finalizar sexto en su primer año y quinto en el último campeonato, el técnico chileno continúa siendo ambicioso y quiere dar un paso más con la entidad verdiblanca, ya sea a través de la Liga o de otras competiciones como la Liga Europa.

Esa continuidad en el banquillo ayuda en la tarea de darle tranquilidad al club en el aspecto deportivo. No ha sido habitual en el Betis que los entrenadores alcancen esta longevidad que ahora tiene Pellegrini, que incluso renovó su compromiso el pasado mes de diciembre hasta 2025, con lo que podría cumplir un ciclo de cinco años como entrenador bético.

En el siglo XXI, únicamente Pepe Mel se mantuvo en el banquillo del Benito Villamarín durante ese tiempo. Tras llegar en el verano de 2010, el madrileño logró en su primer año devolver al Betis a la máxima categoría, sumó una holgada permanencia en su segunda temporada e incluso alcanzó las competiciones europeas en su tercer año, en un club verdiblanco que entonces sí atravesaba una delicadísima situación económica que apenas le permitía invertir en fichajes.

Más atrás en el tiempo habría que remontarse a Lorenzo Serra Ferrer, en su primera etapa en la década de los 90. Entonces, el balear sumó un ascenso en la 93-94 en apenas 12 partidos, mientras que al año siguiente clasificó al Betis en la tercera posición; en la 95-96, un mal final de temporada lo dejó como octavo clasificado, mientras que un año después, el Betis acabó cuarto y finalista de la Copa del Rey.

Otros entrenadores de éxito como Juande Ramos, Quique Setién o el propio Serra Ferrer, en su segunda etapa, no alcanzaron el tercer año. En el caso de Juande ni siquiera una clasificación europea en su primera temporada le valió para seguir una segunda campaña; el cántabro, tras meter al Betis en la Liga Europa en la 2017-18, acabaría fuera de la entidad al finalizar la 18-19, con una profunda división entre los aficionados y discrepancias con Serra; y en el caso del balear, su exitoso regreso en la 2004-05, con la clasificación para la Liga de Campeones y el título copero, no tuvo continuidad al año siguiente, cuando el Betis sufrió para alcanzar la permanencia y con un enfrentamiento abierto con Lopera.

Pellegrini, en un momento de un partido. Pellegrini, en un momento de un partido.

Pellegrini, en un momento de un partido. / Antonio Pizarro

Ahora Pellegrini comenzará su tercera temporada como entrenador verdiblanco con aspiraciones elevadas. Esa ambición del chileno pasa por seguir haciendo historia en el Betis, de ahí que haya insistido en la necesidad de mejorar una plantilla a la que también se le pretende dar estabilidad en sus piezas fundamentales.

Aunque los dirigentes béticos han reconocido la necesidad de hacer caja para cuadrar el balance, la idea pasa por no descomponer la columna vertebral del equipo, a la vez que sólo se aceptaría la salida de una pieza clave –véase Álex Moreno, Guido Rodríguez o Fekir– con una oferta interesante para todas las partes.

El plan del Betis para la 22-23 comenzó el pasado invierno, con una larga lista de renovaciones que arrancó Pellegrini pero que continuó con piezas básicas como Fekir, Canales, Borja Iglesias o Álex Moreno y también con proyectos de futuro como Rodri o Édgar. Además, tanto el club como el entrenador dieron luz verde a la continuidad de veteranos como Guardado, Claudio Bravo y Joaquín, cuyos roles van más allá de lo que sucede en el césped.

A la espera de lo que suceda con Bartra y William Carvalho y de lo que se mueva en el mercado, el Betis ha apostado por la estabilidad que otorga la figura de Manuel Pellegrini y una base del equipo muy reconocible.

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