Betis

Serra Ferrer es historia

  • El balear se marcha del club verdiblanco tras rechazar el nuevo rol que Haro y Catalán le pretendían imponer

  • "Es una pena que no hayamos podido convencerlo", dice el presidente

Ángel Haro abandona el estadio Benito Villamarín anoche.

Ángel Haro abandona el estadio Benito Villamarín anoche. / Juan Carlos Muñoz

Lorenzo Serra Ferrer es historia en el Betis. Así se lo comunicó ayer por la tarde al presidente, Ángel Haro, y al vicepresidente, José Miguel López Catalán, en una reunión en la que el balear mantuvo su postura de la pasada semana, tras conocer que su figura quedaría rebajada en la nueva composición del área deportiva. Ni la mediación de gente de su confianza lo hizo cambiar de opinión, tras insistir en que pretendía mantenerse con voz y voto en materia de fichajes del primer equipo.

La tercera etapa de Serra Ferrer acaba con esta abrupta e inesperada salida, en medio de la planificación de la próxima temporada, en la que el propio balear estaba participando como con la elección de Rubi como nuevo entrenador. Pero la voluntad de Haro y Catalán fue inamovible, ante el deseo de darle un giro al área deportiva, que no pasa por tener a Serra Ferrer en la primera fila.

"En este cambio de organigrama entendíamos que Lorenzo era una figura clave para lo que fue contratado para la comisión deportiva y de una manera muy relevante. Queríamos que no estuviera en la cocina sino sentado en la mesa diciéndonos si el plato estaba frío, que no estuviera tanto en la operativa. Nos aporta valor en la toma de decisiones. Hemos tenido reuniones, nos había pedido la reflexión oportuna, era un cambio de rol, desgraciadamente nos ha comunicado que no encaja. Le agradezco el trabajo, el área deportiva no es un desastre, que lo sepan los béticos, pero teníamos que hacer un cambio. El Betis será su casa siempre. Es una pena que no hayamos podido convencerlo", expuso Ángel Haro, en una comparecencia grabada en los medios oficiales, junto a López Catalán.

La jornada fue de tensa espera. Tras la acalorada discusión de la pasada semana entre Serra Ferrer y López Catalán, el balear se marchó a su tierra dejando claro que su puesto estaba en manos del consejo, aunque la mediación de su gente más cercana aplazó la decisión definitiva sobre su futuro hasta hoy, cuando se ha mantenido ese cara a cara dentro de la cúpula deportiva.

José Miguel López Catalán sale del estadio en su automóvil. José Miguel López Catalán sale del estadio en su automóvil.

José Miguel López Catalán sale del estadio en su automóvil. / Juan Carlos Muñoz

Serra Ferrer siempre ha defendido su labor desde que llegase en 2017 para darle un vuelco al área deportiva de la entidad y tanto el actual nivel de la plantilla como su valor en el mercado avalan su trabajo, por más que los dirigentes pretendan cambiar el modelo. Pero ayer por la tarde, tras conocer que las pretensiones de Haro y Catalán eran irrevocables, el balear dijo adiós por tercera vez al Betis.

"El futuro está en una secretaría técnica más moderna. Serra Ferrer ha realizado un gran trabajo estos dos años. Yo lo llamé y aquí ha aportado mucho en esa labor de vicepresidente deportivo. Hemos trabajado codo a codo para tomar el 95% de las decisiones en consenso, pero ahora es un momento en que, por responsabilidad, tenemos que seguir evolucionando y darle una nueva vuelta de tuerca al área deportiva. Queríamos que siguiera como máxima figura en esa toma de decisiones, pero él no se ve en esa posición y estamos tristes, porque creíamos que nos iba a decir que continuaba con nosotros. Ésta será siempre su casa y sabemos lo bético que es y lo importante que ha sido en la historia del Betis", expuso López Catalán sobre la salida del balear. No ha habido ningún conflicto personal ni tensiones, sino un diferente criterio de cómo debe ser el área deportiva del club en adelante".

Mientras tanto, el máximo dirigente bético justificó la necesidad de esos cambios en el organigrama. "La parcela deportiva es la más importante del club, hemos evolucionado y queremos una nueva estructura desde el punto de vista organizativo. Una única persona, intentando acaparar y organizar, es insuficiente. Hemos creado una estructura departamental, necesitábamos que llegue información al núcleo que es la comisión deportiva y que tuviéramos incorporaciones de elementos como el big data. Nosotros no tenemos que estar tan involucrados en el área deportiva para que en el Betis no haya nadie imprescindible. Va a haber una información más eficaz y rápida. Va a significar un cambio que entendemos a mejor, nuestra responsabilidad implica esas valoraciones".

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