Betis | El derbi sevillano

Una victoria para crecer y creer

  • El Betis, con Serra, Setién y la plantilla liderada por Joaquín, comienza a cambiar la tendencia en los derbis

  • La bandera de la exigencia, siempre presente

Ambiente de la afición bética a la espera de la llegada de su equipo al Villamarín.

Ambiente de la afición bética a la espera de la llegada de su equipo al Villamarín. / Antonio Pizarro (Sevilla)

El día después del triunfo del Betis en el derbi dejó un gran sabor de boca en el beticismo, que pudo constatar cómo la dinámica en los encuentros de la rivalidad sevillana está empezando a cambiar, con una tendencia a favor de los de Heliópolis, desde la pasada temporada, que ha tenido continuidad en el primer choque del presente campeonato. Pero, sobre todo, esta victoria invita al aficionado a bético a creer en el crecimiento de un equipo verdiblanco que sigue siendo una familia, con tres nombres propios: Lorenzo Serra Ferrer, Quique Setién y Joaquín.

LA PIEZA ANGULAR

Lorenzo Serra Ferrer es el hombre del cambio en el Betis: cambio de mentalidad y cambio a nivel deportivo. Su discurso, basado en la exigencia, se refleja en el salto de calidad de la plantilla desde su llegada, eliminando de un zarpazo aquel Betis indefendible, que era justificado con argumentos sin ningún tipo de valor, y apostando y demostrando el conocimiento necesario para volver a poner al club verdiblanco en un lugar importante en el panorama futbolístico, alejado de la mediocridad. Y nada más llegar, una de sus frases, en sus primeras comparecencias públicas, fue contundente a la hora de referirse a los choques de la rivalidad sevillana y el papel que con él iban a volver a tomar los verdiblancos: “Habrá derbi”. Los números así lo avalan: este último Betis-Sevilla ha sido el derbi número 13 del de Sa Pobla (10 como entrenador y tres como vicepresidente deportivo), con un balance de siete victorias, tres empates y tres derrotas, continuando invicto en el Benito Villamarín.

LA MANO EJECUTORA

Junto a Serra Ferrer, el otro nombre propio en los derbis es Quique Setién. Tres partidos sin perder, siendo uno de ellos el 3-5, el empate a dos del curso pasado con la vuelta a Europa de manera directa y el último poniendo fin a la mala racha bética como local. El técnico, con sus virtudes y defectos, sigue sacando rendimiento a sus futbolistas, siendo su abrazo con Joaquín tras el pitido final la imagen que refleja la conexión y unión que existe en el vestuario. Todo esto se refleja en un detalle a destacar del cántabro en la arenga de Joaquín a sus futbolistas, previa al derbi, en el grito final: la forma en la que Setién grita junto a sus jugadores “ganar, ganar y ganar”. Un síntoma de ambición. Además, el mensaje del preparador heliopolitano, en la rueda de prensa, fue muy claro: "Soy consciente de lo que significa este partido para nuestra afición. La realidad es que estoy muy contento porque no sólo sumamos tres puntos, sino hay una satisfacción general en el beticismo. Queda mucha temporada y hay que seguir. Vamos a disfrutar porque ahora vamos a tener dos semanas sin competir, y a pensar ya en el partido del Valencia".

La afición se siente identificada con los jugadores en una unión que sigue siendo clave

También, en cuanto al análisis del derbi, Setién, con una variante táctica muy buena, jugó con su esquema habitual de tres centrales a la hora de defender y cambiando el dibujo a un 4-3-3, hizo que Jesús Navas apareciera poco en el partido y después de un cambio poco comprensible (Sanabria por Loren) acertó en quitar del campo a Carvalho, con tarjeta amarilla ante el peligro de ver la segunda cartulina tras la acción polémica del partido entre Roque Mesa y Pau López, y dar entrada a Joaquín. Y todo sin obviar que el resultado positivo en el derbi reforzó su discurso de confianza en sus futbolistas, después de la derrota ante el Levante y el empate en Vitoria.

JOAQUÍN, EL LÍDER

"Gente, ya sabemos lo que nos jugamos hoy, con cincuenta mil almas ahí detrás de nosotros animándonos. Noventa minutos, cada detalle, compromiso, actitud, lucha, entrega... Miramos al compañero y vemos que mete el pie hasta el final y nosotros detrás. Noventa minutos, balón dividido, por arriba, los primeros minutos, fuerte. Eso es lo que no vas llevar a la victoria hoy, chavales. Por nosotros; uno, dos y tres: ¡Ganar ganar y ganar!". Estas palabras fueron la arenga de Joaquín antes de saltar el Betis al campo, convirtiéndose el portuense en el nombre propio del triunfo bético. Joaquín, que no había arrancado bien la temporada por temas físicos, entró al campo quedando 15 minutos e hizo el gol de la victoria. Un tanto que celebró con rabia. De hecho, esa celebración fue otra de las imágenes del derbi en verdiblanco, resaltando también la rabia de Canales en el gol de su compañero, como otra muestra de implicación y de cómo ha entendido ya lo que significa estos partidos, pese al poco tiempo que lleva en Sevilla. Precisamente en eso radica uno de los motivos del cambio bético en los derbis, algo que el beticismo echaba en falta en este tipo de duelos: futbolistas que se sintieran identificados con los aficionados. Bartra hizo un encuentro imperial en defensa, Mandi lo acompañó con un centro de gol a Joaquín muy bueno, Júnior se estrenó como si fuera un veterano en derbis y cuajó un sensacional partido, Sidnei jugó unos minutos muy buenos, Feddal (la web especializada www.whoscored.com lo eligió "hombre del partido") estuvo a la altura como otro líder para la afición, Guardado tiró del carro siempre... Jugadores comprometidos e identificados con el Betis que parecen llevar muchos años disputando este tipo de encuentros.

LA MENTALIDAD

Una vez más, la resaca del derbi refleja que este tipo de partidos no sólo son tres puntos. Distinto es que para que un club crezca tenga que mirar más allá de los localismos, pero el valor de salir victorioso de estos encuentros siempre es máximo. Y nunca vencer este tipo de partidos es equivalente a ganar una final, un título, en definitiva tocar plata, algo que para esta campaña está en la mente de los jugadores del Betis. "Me gustaría ganar un título con el Betis, y si es este año, mejor", comentaba recientemente Feddal en una entrevista en Radio Sevilla. Un ejemplo más del hambre que existe en un conjunto verdiblanco que mira la temporada con la exigencia de poder lograr cosas. Y el primer paso lo dio en el primer derbi de la temporada, con una victoria para crecer y creer.

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