Si el Valencia de Javi Gracia ha escapado de los problemas del descenso ha sido por su rendimiento en Mestalla, donde se ha convertido en un equipo más fiable y ha sumado esos puntos que no ha sido capaz de lograr como visitante. El equipo ché se mide al Betis siendo el segundo conjunto que más partidos ha perdido fuera (9) y no gana un partido lejos de su estadio desde el pasado 10 de enero cuando venció al Valladolid en el José Zorrilla (1-0).

De las 34 unidades que luce en su casillero, el conjunto valencianista sólo ha sumado diez como visitante, con dos victorias –ante la Real Sociedad (0-1) y la mencionada en Pucela–, cuatro empates –Alavés (2-2), Eibar (0-0), Barcelona (2-2) y Athletic (1-1)– y nueve derrotas. Esas dos caras del Valencia en la Liga son las que lo tienen lejos de la zona europea, el teórico lugar que debería ocupar un club con la historia y el presupuesto suyo.

"Pensamos en conseguir la victoria en el siguiente partido. El mensaje tiene que ser de tranquilidad, de trabajo y que estamos haciendo todo lo posible para que las cosas vayan bien. Es verdad que fuera de casa nos está costando un poco más este año y queremos cambiar eso a partir de ya", aseguró ayer Cheryshev, poniendo el foco en ese bajo rendimiento lejos de Mestalla. "Ante el Betis debemos estar juntos atrás y salir al contragolpe. Ya se vio en el partido de la primera vuelta que es un equipo que le gusta mucho el balón y que tiene jugadores rápidos al contragolpe. Nosotros tenemos que resultarles incómodos. Eso va a ser clave. Creo que podemos y debemos creer que podemos conseguir la victoria", añadió el atacante ruso sobre el estilo de juego que más le conviene a su equipo para este encuentro.

"Somos profesionales y la exigencia tiene que ser máxima en cada partido y en cada entrenamiento. Siempre tenemos que salir al 100% y para nosotros, que amamos este deporte, no existe otra manera de concebir el fútbol", manifestó Cheryshev sobre el comportamiento que debe tener el Valencia en esta recta final del campeonato. "Lo que veo todos los días es que todo el mundo se entrena con muchas ganas e intensidad por ganarse un puesto en el equipo. Tenemos que ponérselo difícil al entrenador. Él tampoco lo está pasando bien en ese sentido. Quiere que jueguen todos y no puede ser", agregó el ruso, que ya se encuentra en un mejor tono físico tras dejar atrás unos problemas musculares.