El brillante momento de juego del Betis coincide con la mejor versión de William Carvalho. El portugués se ha ganado por derecho propio un hueco entre los elegidos por Manuel Pellegrini, que además fue su gran valedor el pasado verano cuando su nombre estuvo en la rampa de salida. Si un buen funcionamiento colectivo también pasa por los rendimientos individuales, el paso adelante de William le ha permitido al Betis el perfecto engranaje de su maquinaria en la medular.

La confianza y la exigencia de Pellegrini está siendo clave en esa recuperación del luso. El técnico siempre manifestó la preferencia por sus cualidades, pero también le pidió un mayor compromiso sobre el terreno de juego, sobre todo en las tareas defensivas, como una mayor regularidad en el tiempo.

"Para este año una plantilla sin William Carvalho es peor que una plantilla con William Carvalho", señaló el entrenador chileno allá por el mes de septiembre, después de que defendiera la continuidad del portugués de manera interna. Pellegrini fue claro con los dirigentes. Una salida de William Carvalho debería implicar una inyección económica para las arcas béticas que permitiera acudir al mercado a buscar un sustituto de nivel. Si esa cuestión no era posible, el técnico creía en la permanencia del centrocampista, al que consideraba válido para su plan. "Tengo muchas discrepancias con él, le exijo mucho, pero de calidad son pocos los jugadores de su calidad en otros planteles. Es un medio de ida y vuelta con muchas ganas de ir, y a lo mejor tiene que tener más ganas de volver", resaltó el propio técnico heliopolitano.

Hasta el momento, Pellegrini gana su apuesta. Tras un inicio de temporada con altibajos, aunque con partidos excepcionales como el que cuajó ante el Valencia en el Benito Villamarín (4-1), William Carvalho ha elevado su rendimiento en el último mes de competición, siendo clave en la clasificación copera ante el Sevilla y también en el contundente triunfo contra el Espanyol.

William Carvalho, en un partido con Portugal.

Con Guido Rodríguez como escudero, lo que lo libera de fijar como cierre en las tareas defensivas –esa posición que ocupó tanto con Quique Setién en su primer año como con Rubi cuando estuvo disponible para el catalán–, William Carvalho se ha convertido en el catalizador de la medular, el encargado de darle la pausa y el ritmo a la pelota según le convenga al equipo. Además, su entendimiento con Canales sí está siendo ahora productivo para el equipo, en esa posición escorada a la derecha desde la que parte el cántabro pero con plena libertad de movimientos por el frente del ataque. Las combinaciones entre ambos y con Fekir le otorgan al Betis un control del juego decisivo para plasmar esa idea ofensiva de fútbol que ha instalado Pellegrini.

A sus 29 años, que serán 30 el próximo mes de abril, Pellegrini ha recuperado para la causa a William Carvalho, que ahora tendrá que refrendarlo en la recta final de la temporada. Indiscutible en otros tiempos en la selección portuguesa, el bético quiere recuperar también ese estatus con el equipo de su país, con el Mundial de Qatar 2022 en el horizonnte, y para ello debe seguir sumando en el Betis.

Su destape en este 2022 también está en el haber de Pellegrini, su gran defensor desde el verano, cuando incluso esa postura le costó algún encontronazo. "Si sacamos a un jugador, William u otro, sólo por el sueldo, habríamos cometido un error imperdonable", llegó a decir el chileno en una entrevista con Diario de Sevilla que sirvió también como estímulo al centrocampista portugués.