Tras un fin de semana de asueto, el Betis de la 22-23 se pone ya manos a la obra. La nueva clasificación europea le otorga continuidad a los planes de la entidad verdiblanca, aunque todavía existen aristas que definirán el camino a seguir en este largo verano. Para empezar, los dirigentes deben resolver el futuro de William Carvalho, y en menor medida el de Marc Bartra, pero también se aguardan los movimientos que se puedan producir en el mercado y que acaben en una millonaria venta en Heliópolis.

La dirección deportiva también tiene trabajo adelantado. A la prevista compra de Willian José se unirán las incorporaciones de Luiz Felipe, el primer elegido para reforzar la zaga, y Luiz Henrique, una apuesta de los técnicos y que servirá para complementar las bandas. Además, el Betis también tiene otras opciones tanteadas y planteadas –Dani Ceballos, por ejemplo–, aunque todo dependerá de lo que vaya sucediendo en la configuración de entradas y salidas.

Luiz Felipe junto a su compatriota Felipe Anderson, tras el último partido de la Lazio.

Para empezar, el Betis cuenta ahora mismo con 28 jugadores con contrato para la próxima temporada. Si Tello y Joel Robles ya han anunciado su adiós a la entidad, Héctor Bellerín, cedido por el Arsenal, también regresa a Londres, aunque con su futuro aún en el aire, mientras que Camarasa también finaliza su contrato. Al mismo tiempo, Loren, a préstamo en el Espanyol y que no ejecutará la opción de compra, Dani Martín, que volverá tras jugar en el Málaga, y Róber, todavía en competición con la Unión Deportiva Las Palmas, deben regresar a Heliópolis.

A la esperada salida de Diego Lainez, también se unirán otros nombres. El mercado definirá si llega esa gran oferta por alguno de los jugadores que se ha revalorizado esta temporada, véase Álex Moreno o Guido Rodríguez entre otros, al tiempo que los dirigentes deben tomar una decisión con William Carvalho.

Pellegrini dialoga con William Carvalho en un entrenamiento.

La idea es de plantearle al luso una renovación a corto plazo, con la idea de que no entrase en su último año de compromiso sin una ampliación de contrato efectuada, pero de no producirse el acuerdo también se escucharían ofertas. La salida de William supondría un cambio de planes, ya que encontrar un jugador con sus cualidades a la hora de dar salida al equipo se convertiría en una prioridad. Además, el dinero que dejase el centrocampista en la caja sería reinvertido para esa cuestión.

Menos urgencia se tiene con Bartra, a quien también se quiere renovar, pero con el que se cuenta de pleno para una próxima campaña que todavía tiene numerosas aristas por resolver.